sábado, 13 de febrero de 2021

EL CONONO Y LOS CETÁCEOS

 



No eas abron, ame aite (NO SEAS CABRON, DAME RAITE)

Eliseo Santana A.

Esta anécdota del CONONO me la “conto” el amigo Manuel Salvador, yo solo la “arregle” un poquito.

Como era su costumbre El Conono hacia guardia en las gasolineras cazando algún incauto para agarrar raite, el destino no importaba el caso era viajar de gorra y resolver los problemas según se presentaran, “hee canta er undo anito”, (ME ENCANTA VER MUNDO MANITO) decía el Conono, pues resulta que a la gasolinera Santana en Cd. Constitución llego un viejo y destartalado camión a cargar gasolina, era de esos de caja cerrada, como no era muy moderno su caja la enfriaban con barras de hielo una parte, la otra con hielo molido, llegaron a la estación de servicio y pidieron les llenaran el tanque de combustible, ni tardo ni perezoso el Conono monto al estribo del lado del chofer y le dijo, AME AITE ANITO… ¿ONDE VAS? (Ni sabia a donde se dirigía) el chofer sonrió y le dijo: “No puedo Conono, aquí en la cabina no cabes ya venimos dos y atrás la caja viene llena de hielo, esta muy frio”, dijo el chofer y le pego un trago a su cerveza Ballena, Glob, Glub, Glub, la manzana de Adán le subía y bajaba a medida que la cerveza le pasaba por su garganta, al Conono le lloraban los ojitos antojado viendo como el ambarino liquido bajaba de nivel en la botella de un litro.

No eas  abron, ame aite (NO SEAS CABRON, DAME RAITE), insistió, para no hacer el cuento largo, el chofer por fin accedió a llevar al Conono a San Carlos donde se dirigía a recoger un cargamento de pescado y mariscos, mientras terminaban de llenar el tanque del camión el ayudante y el chofer fueron a la puerta trasera de la caja, la abrieron para que el Conono se subiera y aprovecharon para sacar un par de Cervezas Ballenas de las dos cajas qua llevaban “pal viaje”, el Conono no perdida detalle de todos los movimientos, se subió, cerraron la caja, pagaron el combustible y salieron rumbo a San Carlos.

El alcohol hizo su efecto, prendieron la radio y cantaron todo el camino, puras norteñas que escuchaban en en la 1440 AM de la XEVSD, “La señal del Progreso”, hasta una parte del noticiero de Federico Riestra escucharon,  llegaron a la  playa en San Carlos, y entre unos manglares en un campamento pesquero, metieron su camión de reversa hasta donde estaban las pangas y empezaron a negociar precio de los productos, primero el camarón, luego el pescado, en eso estaban, cuando el chofer se le queda mirando a su ayudante y le dice… ¿Y, EL CONONO? Se les había olvidado, corriendo llegaron preocupados a abrir a toda prisa las puertas de la caja, cual no sería su sorpresa encontrar sentado en una barra de hielo al Conono, titiritando pero sonriente con una ballena en la mano y varios envases vacíos tirados a su lado y les dijo: al hee je le, alentó eguramente la baalleeena abrones (AL QUE SE LE CALENTÓ LA BALLENA SEGURAMENTE CABRONES)

 

 

 

 

 


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