lunes, 8 de junio de 2020

EL IDIOMA DE LA FURIA



BALCONEANDO

Por Alejandro Barañano

La prensa ha estado haciendo diversas críticas a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, por no defender la libertad y no cuidar los derechos de sus gobernados, y esto se deriva por abandonarlos ante la violencia de los grupos radicales infiltrados en marchas para generar caos e ingobernabilidad.


Tan tibio ha sido el proceder de los gobiernos de Morena –tanto federal como el de la Sheinbaum- que han preferido que se destruyan monumentos, comercios, restaurantes, vehículos, incendien edificios y sean dueños de las calles durante las horas que deseen, porque aplicar la ley para ellos –según han dicho-  generaría más violencia.

Y es que la racional de Claudia Sheinbaum asegura que si aplican la fuerza para evitar desmanes y hacer respetar la Ley, la respuesta que tendrán será un bumerán de mayor violencia aunado a las críticas de ser un gobierno represor, tal y como solían calificar a la autoridad cuando eran oposición. ¿Qué tal, en manos de quien estamos?

Pero ahora que están del otro lado y que están atrapados por la realidad de ser autoridad o antisistémicos, “se dan cuenta” que estos grupos solo buscan, literalmente, que haya muertos porque así alimentan su causa, pero el problema es que al ser gobierno la inacción tiene consecuencias políticas y lejos de desactivar el problema con los anarquistas los fortalecen.

Existe un informe del Cisen -hoy Centro Nacional de Inteligencia- que identifica a 17 grupos anarquistas en el país: Acampanada Revolución, Bloque Anarko Sur, Bloque Anarko Norte, Bloque Autónomo Libertario Xalapa, Bloque Negro Aguascalientes, Bloque Negro Anarquista, Casa en Movimiento Chanti Ollin, Células Autónomas de Revolución Inmediata “Praxedis G. Guerrero”, Centro Social Okupado Casa Naranja, Colectivo Autónomo Magonista, Coordinadora Estudiantil Anarquista, Cruz Negra Anarquista, Federación Anarquista de México, Frente Oriente, Miserables Libertarios, OkupaChe y Reacción Salvaje, vinculado a radicales ambientalistas.

También se sabe que los grupos anarquistas son más serios de lo que intentan hacer creer la gente de Andrés Manuel López Obrador y de Claudia Sheinbaum, y no tienen nada que ver con los “conservadores” como dicen.

El artilugio retórico está en sus mismas contradicciones, pues algunos de esos grupos tienen ramificaciones con el Movimiento de Regeneración Nacional y otros de sus “intelectuales orgánicos” asesoran informalmente a varios miembros del equipo del presidente.

Parece mentira que los inmaculados próceres de la Cuarta Transformación quieran tapar el Sol con un dedo, pues se sabe que los grupos de choque denominados “anarquistas” se preparan para sus incursiones violentas con una serie de implementos que pueden ser fácilmente identificables.

Entre las características más notables, es que estos grupos normalmente atacan con mochilas en la espalda, en donde regularmente llevan una muda de ropa y objetos para realizar daños como palos, tubos y martillos. Además los integrantes de los grupos de choque se cubren el rostro, llevan un paliacate para protegerse de inhalar gases y utilizan refresco de cola para contrarrestar los efectos del gas pimienta.

Suelen utilizar zapatos de seguridad con suela antiderrapante y en algunas protestas se ha detectado el uso de pistolas de agua que presuntamente llenan con gasolina; y una vez que se cambian de ropa –después de cometer sus tropelías- se dispersan entre la multitud y cargan con diversos botes de pintura en spray para hacer pintas en las paredes. Además de todo esto usan encendedores para generar fuego con la misma pintura en lata.

Todos estos aspectos deberían de tenerse y tomarse en cuenta, pues en una democracia los ciudadanos tenemos el derecho de exponer nuestra inconformidad ante actos arbitrarios de las autoridades, la corrupción o los gobiernos que no responden a las necesidades del pueblo, pero esto no debe ser una patente de corso para perturbar el orden y causar destrozos en perjuicio de terceros; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .


No hay comentarios:

Publicar un comentario