martes, 19 de mayo de 2020

DEFINITIVAMENTE NO SE REANUDARÁN LAS CLASES EN ESTE CICLO ESCOLAR PERO NO SE PERDERÁ EL AÑO: CMD




HAY RIESGO DE MÁS CONTAGIOS Y MUERTES POR COVID-19!

AÚN NO HABRÁ REACTIVACIÓN ECONÓMICA NI EN CONSTRUCCIÓN NI MINERÍA NI NADA QUE NO SEA ESENCIAL

ESO SE EVALUARÁ PARA QUE POSTERIORMENTE SEA EL 1 DE JUNIO


Sudcalifornianas y sudcalifornianos:

Me dirijo a ustedes para comunicarles dos anuncios importantes:

Primero: ¿Qué sucederá con el ciclo escolar?

Segundo: ¿Cómo realizaremos la reapertura económica?

Todos queremos regresar a la normalidad, a esa que será nuestra “nueva normalidad”, al menos en tanto se desarrolla un antiviral efectivo y/o una vacuna que nos proteja del COVID-19.

Todas y todos queremos ya generar ingresos, regresar a trabajar, a aprender, a divertirnos, a convivir. Pero no podemos precipitarnos y realizar acciones que pudiéramos lamentar profundamente después.

Por esta razón, con base en datos técnicos, científicos y matemáticos, en uso de mis facultades como autoridad educativa, he determinado la suspensión del ciclo escolar de manera anticipada en todos los niveles: de preescolar a universitario.

Hacer lo contrario hubiera implicado arriesgar, innecesariamente, la salud, la vida misma de los estudiantes, trabajadores de la educación y de todas y todos.

Estudiantes, padres de familia: no se preocupen. El ciclo no se perderá. El esfuerzo que han hecho junto con los maestros a lo largo de los últimos meses, habrá valido la pena.

Continuamos con el proceso de enseñanza por medios electrónicos y de comunicación masiva. Además, analizamos la posibilidad de recuperar el tiempo perdido arrancando el próximo ciclo escolar de manera anticipada.

A los alumnos de primaria y secundaria, se les promediarán las calificaciones que ya habían obtenido en sus evaluaciones parciales.

A los de bachillerato, cada sistema determinará el mecanismo de evaluación pertinente, privilegiando en todo momento no afectar a los estudiantes.

Los universitarios concluirán su semestre a distancia, sistema que, por cierto, sigue siendo aprovechado por miles de estudiantes de todos los niveles en el estado.

El conocimiento puede obtenerse en cualquier momento, la enseñanza se puede recuperar, la vida de nuestros hijos no.

Ahora bien, a pesar de los grandes esfuerzos que sociedad y gobierno hemos realizado, el número de contagiados totales sigue incrementándose.

El Comité Estatal de Seguridad en Salud ha dado seguimiento puntual a la evolución de la pandemia, incluyendo la realización de pruebas, ubicación de contagiados, realización de cercos epidemiológicos y aplicación de cuidados y tratamientos para la enfermedad.

Al día de hoy, son 456 los contagiados totales en Baja California Sur, de los cuales 226 se encuentran activos; es decir, personas que por ser fuente de contagio se encuentran aisladas. Además, 203 contagiados se han recuperado ya de la enfermedad y, lamentablemente, 27 han fallecido.

No obstante las complicadas circunstancias que vivimos, al interior del Comité Estatal de seguridad en Salud, las autoridades en la materia permanentemente valoramos la posibilidad de reiniciar las actividades económicas, de regresar a los empleos y reactivar nuestra tan afectada economía personal, familiar y estatal.

Por su parte, el Gobierno federal ha establecido un semáforo que mide los avances de la pandemia en estados y municipios, en el que, por ahora, Baja California Sur fue catalogada en rojo.

Gobierno estatal y federal coincidimos: hoy no es momento para regresar a la “nueva normalidad” pues si bien hay avances, en nuestro estado seguimos en emergencia.

No debemos, no podemos bajar la guardia.

Es cierto, hemos mejorado. Ocupamos el lugar 16 en casos activos y pasamos de ser el primero al sexto lugar nacional en contagios con relación al tamaño de nuestra población.

A pesar de ello, afortunadamente, somos el lugar 27 en número total de fallecimientos gracias a que quienes lo han requerido, han recibido atención hospitalaria de calidad, con equipamiento adecuado y el medicamento necesario para hacer frente a la enfermedad.

No obstante lo anterior, insisto, aún no hay condiciones para el retorno a la nueva normalidad.

La recuperación de la salud pública y la economía deben ir de la mano. Una no puede anular a la otra.

Reabriremos la economía cuando sea responsable hacerlo. Cuando la opinión de los expertos que participan en el Comité Estatal de Seguridad en Salud así lo avalen. Sin arriesgar la vida y la salud de la gente. Al final, si se incrementaran de nuevo los contagios y se sale de control la pandemia, esta circunstancia nos obligaría a cerrar de nuevo la actividad productiva.

Por otra parte, el Consejo de Salubridad Nacional decretó como actividades económicas esenciales a la minería y la construcción.

De esta forma, en el país, ambos sectores pudieran reiniciar actividades a partir del primero de junio.

Subrayo: se trata de una posibilidad.

Son los datos de cada municipio, de cada entidad, los que determinarán las decisiones de política pública que asumiremos en Baja California Sur, escuchando la opinión de la federación, de especialistas y asumiendo las decisiones que como titular del Poder Ejecutivo me corresponden como máxima autoridad sanitaria en el estado.

La realidad de cada entidad es diferente.

Esta realidad diferente nos permitió que con base en datos científicos, el Gobierno del estado pudiera determinar que no habría regreso a clases, varios días antes de que hubiera una decisión federal.

También, anticipamos que en Baja California Sur no había condiciones para que ni la minería ni la construcción reaperturaran el 18 de mayo como originalmente lo dispuso el Consejo de Salubridad Federal, decisión que felizmente corrigió.

De la misma manera, analizaremos con mucho detalle el estado de la salud pública en Baja California Sur para permitir, o no, la reapertura de empresas de los sectores mencionados y del resto de nuestra economía.

Que no quede duda, soy el primer interesado en que nuestra economía regrese a la normalidad, que la pongamos de pie juntos, trabajando; sin embargo, estoy consciente que la decisión va de la mano de cuidar nuestra salud. Por eso, estamos trabajando en dos niveles de toma de decisión.

Primero: dar seguimiento y anticipar escenarios con respecto a la pandemia.

Segundo: desarrollamos junto con las empresas y organismos intermedios que las representan, los criterios y protocolos para reaperturar la economía.

Soy muy claro: La reapertura se dará cuando sea responsable y oportuno hacerlo. Se hará manera ordenada, y sólo con las empresas que cumplan con todos y cada uno de los criterios y protocolos que para el caso habrán de determinarse.

Sólo cuando el desarrollo de la pandemia lo permita, señalaremos la o las fechas de reinicio y condiciones para cada actividad.

Sé que muchas personas, familias, tienen la gran necesidad de volver a trabajar para tener ingresos, para satisfacer las necesidades más elementales. Soy sensible a esa realidad.

Por ello, sociedad organizada, empresarios y gobierno hemos implementado un programa de apoyo alimentario para los más vulnerables. La meta es que de manera transparente y coordinada, la Alianza Comunitaria por Baja California Sur y el Gobierno del estado, hayamos entregado más de 80 mil despensas a los hogares más necesitados de la entidad antes de que finalice el mes de mayo. Y seguiremos después de esta fecha apoyando a quien lo necesite.

Entiendo que este esfuerzo pudiera ser insuficiente, seguramente así es, pero les pido su comprensión. Estamos trabajando para incrementar la cantidad e intensidad de los apoyos. Esta pandemia, su gravedad y su letalidad, demandan, imponen, esfuerzo y sacrificio.

La reactivación económica y el regreso a clases depende de todas y todos. De lo que hagamos y lo que dejemos de hacer.

Debo ser muy claro con ustedes, como lo he sido todo el tiempo. Siempre nos hemos hablado con la verdad.

Todos los cálculos, aún los más optimistas, nos señalan que el nivel más alto de contagios lo tendremos en Baja California Sur hacia la mitad del mes de junio. De hecho, el pasado viernes 15 de mayo, con 17 casos positivos a coronavirus, observamos el mayor número de registros en un mismo día.

Las mismas opiniones expertas nos señalan que el virus no se habrá de ir, permanecerá entre nosotros y estará al acecho para contagiarnos ante cualquier descuido o imprudencia.

Esto aún no termina. Acaso apenas comienza. Tendremos que aprender a vivir con el virus, sin olvidar que mientras haya contagios, habrá enfermos, y si hay enfermos, necesariamente y lamentablemente el virus cobrará más vidas.

En esta nueva realidad, el reto sigue siendo el mismo: que las defunciones sean las menos posibles y que podamos mantener en el menor número la cantidad de nuevos contagios, buscando que quienes enfermen, cuenten siempre con capacidad médica hospitalaria suficiente para atenderlos.

No permitamos que los enfermos que deben ser atendidos, no puedan serlo por saturación de nuestros hospitales.

La capacidad instalada del sector salud en el estado se ha incrementado considerablemente en las últimas semanas: contamos hoy con más personal, más camas de hospital y más y mejor equipamiento; sin embargo, si los contagios se salen de control y se multiplican exponencialmente, no habrá capacidad suficiente para atender a todas y a todos los enfermos, como lamentablemente ha sucedido ya en diversos lugares del mundo.

Por ello, hoy más que nunca sigue siendo muy importante que se mantengan en casa quienes pueden hacerlo, especialmente aquellos que presentan los riesgos adicionales ya de todos conocidos. El 100 % de los fallecimientos han estado asociados a estos factores o comorbilidades.

Es medular también que cuidemos a nuestros adultos mayores. Las y los contagiados mayores de 60 años representan tan solo el 12 % de los contagios, pero el 63 % de las defunciones. Es dramático decirlo pero tengo que señalarlo para alertarlos de la gravedad: una de cada tres personas mayores de 60 años que se contagian, lamentablemente fallecen.

Es fundamental que sólo salgamos a la calle quienes tengamos una necesidad u obligación real para hacerlo, así como entender que la suspensión del regreso a clases no son vacaciones extendidas, sino la oportunidad de que alumnos, maestros y personal educativo se mantenga en casa.

Es necesario que mantengamos la sana distancia. Lo mismo continuar con el lavado frecuente de manos y con la aplicación del resto de las medidas de higiene personal, de nuestros hogares, lugares de trabajo y comercios. Es necesario ahora y lo será cuando regresemos a la nueva normalidad. Son prácticas que llegaron para quedarse entre nosotros.

Amigas y amigos:

Vencer al virus depende absolutamente nosotros: de nuestra responsabilidad, solidaridad y civismo.

Por eso, no tengo duda: vamos a resolver la encrucijada en la que nos encontramos.

Ya falta menos.

De todas y todos depende que el menos sea poco.

De todas y todos depende que pronto volvamos a la nueva normalidad.

De todas y todos depende la posibilidad de que el sol maravilloso Sudcaliforniano brille generoso, que salga para y nos siga iluminando a toda y a todos.

Muchas gracias.

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