Digo
Por Vic Villavicencio
Ahora si se acabó de descomponer el cuadro en el congreso de
BCS.
En medio de una plétora de acusaciones, legisladores de
distintas corrientes, se inculpan mutuamente de faltas y de algunos delitos.
Es más, ya llegaron hasta el ministerio público a presentar
denuncias cuando, todos los saben (menos ellos) que, por ley, estas querellas
son improcedentes.
También atribuyeron a una legisladora de tener conflicto de
intereses, porque una empresa familiar es proveedora de papelería del congreso,
a lo que más rápido que una infección gástrica, respondió que su acusador es un
mitómano.
Y por si esto no bastara, hicieron llegar un ambiguo boletín
de prensa en donde reprueban las descalificaciones de que han sido objeto los
legisladores, ya que son actos de violencia dirigidos a un poder público, y un
impreciso y largo etcétera.
Y la ciudadanía, que es la que manda y la que debe de exigir
cuentas, sigue esperando el trabajo para el que fueron puestos en ese lugar…
Digo.
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