miércoles, 2 de agosto de 2017

ENRIQUE HERRERA MARQUÉZ.


Peluqueria " El Arbolito".




Por: Lic.Miguel Suarez Reyes

Nació en Zináparo, Michoacán en el año de 1929, siendo el mayor de los 8 hijos de los señores José Herrera Molina y María Marquéz Camacho.


Enrique desde muy joven salió de su tierra natal a trabajar a los campos de cultivo en los Estados Unidos, en búsqueda de mejores condiciones de vida.

Mientras tanto su familia emigró también de Michoacán hacia el territorio de Baja California Sur con la ilusión de producir en las tierras de cultivo, asentándose en la colonia “San Antonio” en el Valle de Santo Domingo en el año de 1955, junto con 17 familias más de Numarán, Zináparo y Jaripitiro.

Ya asentados ahí en el Valle de Santo Domingo su padre le escribió una carta expresándole su deseo que se viniera al territorio de Baja California Sur donde había oportunidad de trabajo, y fue así como él llegó a estas tierras al reencuentro con su familia.

En sus inicios se dedicó junto con su familia a las labores del campo pero su verdadero oficio era de peluquero, por lo que se prepara en esa actividad, inició cortando el pelo a niños, jóvenes y adultos de la colonia “San Antonio”.

Ya establecido con su familia paterna y con una actividad definida, toma la decisión de ir a Michoacán en al año de 1962 a casarse con la señora Elena Alaniz Cabello, después de contraer nupcias regresaron a Baja California Sur.

A su regreso y ya casado no llegan a la colonia “San Antonio” sino a “el crucero” donde Enrique un hombre previsor había comprado un lote ubicado en la calle Hidalgo donde actualmente vive su esposa, inicialmente construyó unas paredes sólo con un techo y las ventanas cerradas con ladrillos sobre puesto.

Aquí ubicó su primera peluquería sobre el Boulevard Agustín Olachea rentando el local a lado de “Novedades Richard”, que denominó peluquería “el arbolito” en referencia a la marca de sus herramientas de trabajo.

En la peluquería “El arbolito” brindó atención especial a los niños, siempre los premiaba con un dulce o una paleta, eso sí, con la condición que permanecieran quietos al momento del corte de pelo, tuvo clientes como el Ingeniero Vinicio de la Llave, Benito Bermúdez Coronado, Rodolfo Montaño entre muchos más. En su oficio de peluquero atendió a casi todo todos los habitantes del crucero.

Un día a la semana asistía al 17 regimiento a realizar cortes de pelo.

Enrique y su esposa Elena procrean seis hijos, Hortensia que es maestra, Miroslava educadora, Rosa Elia secretaria en el Instituto Mexicano del Seguro Social, María Teresa trabajadora social quien actualmente administra el negocio familiar, Braulio técnico en electricidad quien se desempeña como encargado de un establecimiento comercial en el puerto de Loreto y Enrique. Con su esfuerzo y dedicación a casi todos sus hijos les dio una carrera profesional.

Enrique pronto se percató de la necesidad de brindar servicio de hospedaje, en ese momento el Valle de Santo Domingo se encontraba en gran auge económico debido a la actividad agrícola y decidió trasladar a su familia a un domicilio ubicado en la calle 20 de noviembre con la finalidad de dividir su casa en varias habitaciones y así poder brindar el servicio de hospedaje y baños de renta.

Fue creciendo el negocio y le compró a su vecino Julio López un medio lote para construir su casa y se trajo de nuevo a su familia al domicilio inicial para estar más cerca de su trabajo. Fue así como Enrique se empezó a ampliar en la actividad de la hotelería, construyó poco a poco más habitaciones y empleó a su familia, sus hijos hacían labores de limpieza de las habitaciones, su esposa de lavandería, él de peluquero en el día y por las noches se turnaba de velador.

Enrique fue una persona producto de la cultura del esfuerzo, emprendedora, así fue como terminó su instrucción primaria estudiando por las tardes en la escuela primaria Revolución de 1910, además aprendió inglés tomando un curso por correspondencia. Fue una persona alegre, amigable, gran conversador, dentro de sus aficiones cantar, bailar y tocar la guitarra, amenizando las fiestas familiares y de amigos.

Algunos de sus entrañables compadres; Francisco Muñoz “el satélite”, Enrique Mundo, Eleazar Pérez Melgoza y Alejandro Saldaña.

Su esposa recuerda varia anécdotas, una de ella es que cuando vivía en la colonia “San Antonio” en casa de sus papas había una gata llamada Josefa la cual parió tres cachorros, sin embargo su papá no los quería y le pidió que los tirara, pero él en un gesto de humanidad y en una fiesta que organizó los pone muy monos con moños y los rifa entre los asistentes ganándose el cariño y afecto de todos.

Enrique salía de compras al mercado y llegaba tarde porque era un gran conversador y se entretenía platicando con sus amigos.

Otro negocio que tuvo fue el de compra y venta de granos y semillas guardándolas en una habitación que habilitó como almacén.

Enrique falleció en el año 1983 a consecuencia de la enfermedad de diabetes. Dejando un gran legado y ejemplo a su familia de trabajo, tenacidad y trato humano a sus semejantes.

Actualmente su esposa Elena y su hija María Teresa atienden el negocio de hotelería que él un día inició.

Enrique Herrera Marquéz QEPD hombre que aportó mucho al desarrollo del Valle de Santo Domingo.

Fuente de información: Entrevista realizada por el Lic. Miguel Suarez Reyes a la señora Elena Alaníz Cabello


Fecha: Martes 30 de septiembre de 2014

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