Por: Eliseo Santana A.
El esterito es un barrio
emblemático de nuestra ciudad capital del estado de BCS, del lado del mar, el
barrio inicia donde hoy está el “Molinito “en adonde termina el malecón por el
seguro social “viejo”, aunque hoy este lugar seria
irreconocible para alguien que lo haya visto en todo su esplendor, mi abuela,
que nació en 1897, me contaba que, donde está el pequeño puente que cuando ella
lo conoció era de madera, ese lugar era hace muchos años la entrada y salida
del mar al estero que se extendía cientos de metros tierra a adentro, actualmente
quienes no saben o no conocen la zona la ven coma la salida de un arroyo, con
su cauce pavimentado y sus riveras “ademadas”
con cemento gris.
Un día, fue un hermoso estero
poblado de verdes mangles, habitado por jaibas , cangrejos, caracoles y
pequeñas mantarrayas, población permanentemente en el lugar, con la marea alta
entraban cardúmenes de mojarritas, lisas y de tras de ellas enormes pargos mulatos;
Garzas, pelicanos, gaviotas “cazaban” ahí para la obtención de su alimento, en
su margen que da a los cerros donde ahora está la estación de radio y televisión
(XNT RADIO LA PAZ Y CANAL 10) de Pancho King, crecían grandes mezquitales,
choyas, pitahayas y cardones, chacuacas , libres, cachoras, cachorones y
guijoris rondaban el lugar, zapapicos llegaban a hacer un alto para alimentarse
en su viaje de migración.
Ahí, en ese entonces soberbio lugar, fue
fundado hace muchos años por los indios Yaquis provenientes del estado de Sonora
el famoso barrio del Esterito.
Familias completas emigraron a
esta tierra desde Sonora, huyendo de la pobreza, la miseria y la persecución,
con la ambición de una mejor vida, inicialmente se dedicarían a la extracción
(buceo) de madreperlas, posteriormente se dedicarían a la pesca en general, la
mayoría de estos intrépidos hombres realizaban su labor sin ningún equipo, sin
aletas, visor, ahora sí que, “todo a pulmón”, y se hicieron famosos por su
resistencia y tenacidad.
De las primeras familias que se
tienen registro son los Butuimeas, los Sanavas, los Cienfuegos, los Valenzuela,
los Ortiz y otros.
Cuando llegaron los primeros
Yaquis a la ciudad, los locales los veían con cierta desconfianza, recelo y
curiosidad, poco a poco se fueron integrando, mezclando con la población local
y finalmente pasaron a ser parte de ella.
Al principio, cuando recién
llegaron continuaron con sus costumbres y tradiciones, en fechas especiales
como semana santa realizaban sus peregrinaciones y cánticos, aunque hoy,
podríamos decir que casi se han perdido, sus tradiciones, su antigua lengua
solo existe en lo más profundo de la memoria de los más viejos.
Le pregunte a un viejo “Yaqui”
del barrio, si recordaba sus cánticos, su vieja lengua, y me respondió, EWI
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