jueves, 8 de enero de 2015

LA CASA AMARILLA


Fragmento del Artículo escrito por José Soto Molina

El nombre coloquial de la Casa Amarilla define al edificio
arquitectónico que sirvió de campamento de la tycsa en los
años de construcción de la carretera transpeninsular. La apertura
de un pozo a cielo abierto en el campamento contribuyó a que
los pioneros de la colonia agrícola Revolución Mexicana se
establecieran en este sitio, ubicado en el kilómetro 211, en el
año de 1953.
Al término de las obras, la Casa Amarilla fue utilizada
como primer consultorio médico hasta la creación del Centro
de Salud en 1959; también sirvió de refugio para las Brigadas
de Colonización a cargo de los deslindes del plano de colonias
agrícolas y del primer fundo legal de la ciudad (1956). También
fue utilizado como oficina subrecaudadora y representación del
gobierno territorial del Gral. Agustín Olachea Avilés.
Los vínculos sensibles y significativos entre la comunidad
y la Casa Amarilla se derivan de esta utilidad social del edificio,
como el abasto de agua del pozo a cielo abierto, la atención
médica e incluso como refugio temporal durante la amenaza de
huracanes.

La arquitectura del edificio consiste en un diseño moderno
que en otras comunidades históricas del estado podría carecer de
valor emblemático, como en las misiones jesuitas o los edificios
del sigloXVII y XIX. Este rasgo de modernidad, en la que se
funden dos dimensiones del proceso histórico nacional, no es
considerado en la legislación federal, que se limita a tutelar el patrimonio
arqueológico, artístico y arquitectónico que se extiende
hasta el siglo XIX y, en algunos casos, a principios del siglo XX
Cabe recordar que la colonización del Valle de Santo
Domingo respondió a las políticas nacionales de la posrevolución
que buscaban remediar el viejo problema de la soberanía y el
desarrollo del territorio de la Baja California. Lo consiguió no
sólo mediante el ttrasplante de amplios grupos de población
campesina en el semidesierto, solucionando así el problema de
su integración nacional, sino también en función del modelo de
una agricultura capitalista exitosa.
Si se considera el desarrollo tardío que opera en el territorio
de Baja California Sur, la idea de modernidad en la producción
de bienes muebles e inmuebles culturales no resta importancia
a los edificios emblemáticos locales, si bien no existe una ley
estatal que reconozca y los proteja frente a los procesos de

urbanización.

No hay comentarios:

Publicar un comentario