La práctica diaria de hábitos de higiene, como es el lavado de dientes después de cada comida, es fundamental para preservar el adecuado funcionamiento de órganos como la cavidad bucal, que cumple labores esenciales como la correcta deglución de alimentos que proveen de nutrientes al cuerpo.
Al adoptar una técnica correcta del cepillado de dientes, que debe
realizarse al menos tres veces por día, se previene la presencia de caries que,
de no ser tratadas a tiempo, pueden derivar en la pérdida de piezas dentales y
con esto limitar la funcionalidad de la boca que tiene una relación directa con
el proceso digestivo.
El fomento de la limpieza bucal, realizado por las y los odontólogos, es determinante
para evitar la incidencia de otras enfermedades como la gingivitis y periodontitis
que también pueden evolucionar a cuadros de mayor severidad donde es necesario
proceder a la extracción de dientes.
Es por eso que, además del lavado diario de dientes, se debe priorizar el
uso de pastas que contengan flúor para proteger el esmalte de las piezas;
realizar el cambio de cepillo dental cada cuatro meses, así como adoptar un
esquema nutricional con la ingesta limitada de bebidas y alimentos con alto contenido
de azúcares.
Además, se enfatiza la sugerencia de visitar cada seis meses con el
especialista a las unidades de salud estatal que cuentan con el servicio, a fin
de que realice una detección y atención temprana de enfermedades para detener
su avance. En el portal oficial www.saludbcs.gob.mx pueden consultarse el directorio de centros de salud
donde, con base en la programación de citas y apego a protocolos sanitarios, se
brindan ese tipo de atenciones.
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