Hasta el cielo, un abrazo
Eliseo Santana A.
Domingo
Rosalina le dice a Chale, Creo que ya es tiempo que usemos la
electricidad, en casa de doña Mati ya
tiene unos meses que la utilizan y me comenta que les sale más barato que estar
comprando petróleo morado, además es muy segura hay pocas probabilidades de un
incendio, claro si está bien hecha la instalación.
- Chale deja de leer su periódico y le comenta que a primera hora del día siguiente lunes pediría permiso en su trabajo. Él, era carpintero de ribera, pero como el trabajo con los barcos no era constante había decidido trabajar para “La Perla de La Paz” armando los muebles que la empresa vendía, y dando mantenimiento a las instalaciones de la misma.
Lunes
Apenas amanecía,
Rosalina se puso sus viejos guantes de carnaza y se dirigió a la pila de agua
en el fondo del patio, tenía que sacar muchas cubetadas de agua para regar, el
calor de ese verano parecía peor que el de los anteriores e iniciaba muy
temprano para “ganarle” al sol, ella, era famosa en todo el puerto por su
hermoso jardín, utilizaba sus flores para hacer fastuosos bouquets de novias
así como coronas mortuorias, tenía todo tipo de plantas y prácticamente todo el año había flores de todo
tipo y colores, había rosas, jazmines, mosquetas, lirios, ilan-ilan,
gladiolas, claveles, margaritas,
azucenas (nosotros aún tenemos, descendientes de las de ella) , hortensias,
girasoles, amapolas, espuelitas de todos colores, verbenas, flor de cera,
nardos y mas, para relleno o follaje utilizaba esparragillo, , helechos, encaje, palma, linonium morado,
etc. en el caso de las “coronas” hacia la estructura con varas de palo de arco
que había por todo el cerco perimetral, a un costado de su casa tenía un emparrado
y como se acostumbraba en la época, varias jaulas hechas por “Chale” habitadas
por cardenales, tzentzontles, calandrios palmeros, periquitos autralianos y un
periquito chiquito de esos verdes que suponían había escapado de algún lugar pues
llegó al jardín solo, se llamaba “Curro”. Rosalina “sabia de todo”, cocinaba
muy sabroso (Elsa, mi esposa, heredó su sazón y algunas recetas antiguas) Rosalina
Davis Drew, famosa en Loreto de donde era originaria por ser una buena
jinete, tocaba varios instrumentos musicales, bordaba, tejía, y hacia hermosos
vestidos de novia con acabados muy finos, si alguna jovencita paceña contraía
matrimonio y quería un vestido de ella tenia que encargarlo con meses de
anticipación, siempre estaba ocupada... en fin, ya me desvié como acostumbro
del tema principal, estábamos en que ese lunes 30 de septiembre de 1940 Carlos
Cota Fernández (Así se llamaba “Chale”) salió muy temprano rumbo a su
trabajo en La Perla de La Paz, puso un dinero extra a su cartera pues tendría
gastos extraordinarios ese día pangando el contrato para que conectaran la
energía eléctrica a su casa.
8:00 Am
Llegando a su trabajo checó su tarjeta y se dirigió a ver a
su jefe inmediato, le solicitó medio día para hacer el trámite y este se lo
concedió, Chale se dirigió primero a la oficina federal de hacienda de La Paz y
como creo estaba donde hoy está, solo tuvo que cruzar la calle y caminar un
poco frente al muelle para hacer la gestión, pagó $1.65, un peso y sesenta y
cinco centavos, según consta en el recibo # 7344283, desglosados así:
$1.50 por “derechos” y .15 centavos “Adicionales” dice el
recibo, ¿sería algo así como el IVA?, ayer como hoy los gobiernos siguen
iguales.
El concepto que maneja el recibo:
INST,CENTRL.ELECTRICAS Y TELEFÓNICAS. XIII-Gc.- Derechos de
inspección de instalación de 1—lampara de 25wts. En la casa No108 de la Ave.
Revolución- Segundo Solar s/n. solo, ¿UN
FOQUITO DE 25W?
El cajero de hacienda R.P. Tortolero le dijo que pasara por
el recibo después, y no fue él (Chale) quien lo recogió, pues quien firma de “recibido”
el recibo es un Emilio Luis Cota… ¿Seria su pariente?, chequen el recibo aquí
se los comparto.
Chale tuvo que continuar con los tramites de contrato y la inspección
en la planta eléctrica del Gobierno del territorio (La planta eléctrica tampoco
estaba muy lejos, solo a 2 o 3 cuadras), supongo que días después, ya habiendo
realizado la inspección, emitieron un dictamen (Anexo Foto) donde aprueban la
solicitud por que “la instalación se ajusta a los requisitos señalados por El
Código Nacional Eléctrico.”
Más o menos así esto pudo haber sucedido cuando el
tatarabuelo de mis nietos hizo ese trámite.
Aprovecho para compartirles también las fotografías de Carlos Cota Fernández a quien de cariño le llamaban “Chale”, Mi Chale… decía Doña Rosalina y suspiraba, se le llenaban los ojos de lágrimas cuando se acordaba de él.
Falleció relativamente joven en 1957, tendría unos 47 años.
Cuando conocí a Doña Rosalina abuelita de mi esposa ella ya tendría mas de
ochenta años y se acordaba muy bien de muchas cosas, además, guardaba parte de
la herramienta de carpintero de “Su Chale”, me llamó la atención lo meticuloso
que fue él con su herramienta, toda la tenía “gravada” con sus iniciales, con
punzón a base de puntos.
Decían los griegos
“Nadie muere del todo mientras haya alguien que lo recuerde.
A Don Chale y a Doña Rosalina hasta el cielo un abrazo
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