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En
esta pandemia se habilitó un esquema de atención telefónica para dar soporte
psicológico a la población
Mediante el esquema de la telemedicina,
el Gobierno de Baja California Sur reforzó la prestación de servicios de asistencia
psicológica para la población durante esta contingencia sanitaria por el COVID-19, al tener conciencia de que la
incertidumbre generada por esta situación atípica generaría una mayor demanda
de atenciones.
“Esta estrategia de atención
por llamadas o videollamadas, que son atendidas por profesionales de la
psicología de nueve unidades estatales de salud mental, ha otorgado hasta el
momento alrededor de 11 mil intervenciones a personas que ya registraban una patología
emocional o que desarrollaron algún trastorno en esta pandemia”, indicó la directora
de la Red Estatal de Salud Mental (RESMA), Estela Castro Terrazas en el marco
de un foro virtual de prevención del suicidio que organizó la institución.
En esta actividad, donde
especialistas en el ramo impartieron ponencias sobre la epidemiología del
suicidio y el reto de la salud mental en esta pandemia, Castro Terrazas apuntó
que, en primera instancia, se implementó un programa de asistencia psicológica
a distancia para el personal de salud que labora directamente con pacientes COVID,
a fin de brindarles soporte y contención en este reto físico y emocional.
Posteriormente, se estableció
un esquema para ofrecer atención profesional a toda la comunidad, al saber que
las inquietudes de salud, laborales y socioeconómicas que se acentúan en esta
situación, pueden generar emociones negativas como el miedo, angustia, tristeza
o apatía, e incluso agudizar trastornos mentales, que en algunos casos pueden
derivar en pensamientos suicidas.
Así mismo, la funcionaria
estatal comentó que, desde 2012, se opera un programa para prevenir e esta
problemática, la cual efectúa capacitaciones, tamizajes e intervenciones a
pacientes en momentos críticos, pero en este 2020 se reforzaron los servicios
de salud mental, con este modelo de apoyo a distancia, para hacer frente al
desafío que el COVID-19 plantea al bienestar emocional de la población.
Finalmente, Castro Terrazas
aseguró que, del total de intervenciones otorgadas hasta el momento, el 51 por
ciento ha sido por episodios de ansiedad, el 13 por ciento por depresión, el 17
por violencia, otro 17 por consumo de estupefacientes y dos por ciento por
causa de duelo. Cabe resaltar que, de las 11 mil atenciones, más tres mil
fueron otorgadas por la línea de la esperanza (6121654761) que es un servicio
específico de contención de crisis emocionales.
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