viernes, 19 de junio de 2020

¡LA CRISIS QUE VIENE!




BALCONEANDO

Por Alejandro Barañano

De los apoyos que el Gobierno Federal ha retrasado para que se atenúen los daños que el Coronavirus en Baja California Sur, el correspondiente al suministro de electricidad es el que más urge para las familias y pequeñas empresas, convirtiéndose en la omisión principal que desencadena en la población sentimientos de abandono e indiferencia con detrimentos en el ánimo social y que hoy más que nunca, debe ser acompañado por políticas públicas solidarias.


En varios medios de comunicación y en redes sociales es el tema que cobra más fuerza conforme se acerca la fase de la reactivación, bautizada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador como “nueva realidad mexicana”, y que supuestamente debido a que el ascenso en las temperaturas propicia mayor consumo de electricidad y a diferencia de otros años, en el actual la capacidad de pago está dramáticamente reducida por los efectos del Covid-19.
Todo parece indicar que hay avances en las negociaciones que desde diferentes frentes de representación popular se realizan con la Comisión Federal de Electricidad, pero se desconoce –a ciencia cierta- el progreso y los alcances de dichas gestiones.
Uno se pregunta dónde están y que han hecho en favor de los pobladores de la media península los senadores Ricardo Velázquez Meza y Jesús Lucía Trasviña Waldenrath; o bien los diputados federales Isaías González Cuevas, Alfredo Porras Domínguez y Ana Ruth García Grande sobre el asunto. Nada, absolutamente nada.
En contraparte el miembro de la Cámara Baja del Congreso de la Unión, José Rigoberto Mares Aguilar, si se ha puesto al lado de la exigencia ciudadana para que se moderen los cobros por el consumo de electricidad al documentar excesos donde los recibos crecen de 200 a 700 por ciento si se compara lo facturado en este mismo período en 2019 y 2020.
También y en sincronía, la bancada del Partido Revolucionario Institucional en la Cámara Alta está solicitando que comparezca el director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz, ello para que explique por qué los excesivos costos ahora que el país enfrenta la crisis en salud pública por el Covid-19.
Habrá quien lo quiera negar pero la cercanía de otra crisis -la económica- hace necesario que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador esté a la altura de los requerimientos que se ocupan y de una vez por todas determine acciones efectivas en beneficio del conjunto social afectado, sin exclusiones.
En pocas palabras lo que espera Baja California Sur es la mano presidencial tendida hacia todo aquello cuya vulnerabilidad se acentuó por la pandemia que se está viviendo y una de esas medidas debe de ser la adhesión de la Comisión Federal de Electricidad -clara y sin cláusulas tramposas- con un estado que intenta levantarse pronto para seguir como puntal del desarrollo nacional; pero mientras eso sucede quien esto escribe mejor seguirá BALCONEANDO. . .
COMO EN BOTICA
Resulta que nos enteramos que a  inicio de semana VÍCTOR MANUEL CASTRO COSÍO estuvo en COMONDÚ junto con el aborrecido alcalde JOSÉ WALTER VALENZUELA ACOSTA, y que se dedicaron de manera descarada a realizar proselitismo electoral en favor del todavía delegado de PROGRAMAS DE BIENESTAR en la entidad.
Para muchos las aspiraciones de “EL PUCHAS” –como le dicen sus allegados y uno que otro igualado- son legítimas, de acuerdo, pero lo que no es legal es que utilice a su favor los recursos públicos, humanos y materiales asignados a su encomienda para sacar un beneficio personal en favor de su proyecto político. Eso es un delito, además de una cínica y desvergonzada forma  de incurrir en CORRUPCIÓN.
Todo esto antes marcado sucedió durante el lunes en el rancho de PITAYO FLORES, y ahí en voz del MAESTRO DE SECUNDARIA JUBILADO, la mayor preocupación que expuso es que ya lo alcanzaron en las encuestas que se vienen realizando, y eso, lo tiene por demás apanicado.
Después y antes de partir con rumbo a Loreto, “EL PUCHAS” se apersonó en la casa de DON “LENCHO” OCHOA, y aunque el anfitrión no se encontraba en el lugar, sus operadores políticos –Homero Davis Castro, Omar Antonio Zavala Agúndez y su propio concuñado Salvador Cordero, el cual debería estar atendiendo todo lo referente a la delegación de Relaciones Exteriores en Cabo San Lucas- se dedicaron simplemente a grillar sin guardar la más mínima sana distancia que en este momento que se vive es obligatoria.
Luego entonces nacen varias interrogantes: ¿Eso es lo que más le preocupa a Víctor Manuel Castro Cosío? ¿Piensa solamente en ser gobernador? ¿Y dónde deja lo relativo a la pandemia del Coronavirus? ¿Y los sudcalifornianos, somos su burla?. . . ¡HE DICHO!

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