BALCONEANDO
Por Alejandro Barañano
A ciencia cierta no existen datos confiables sobre el número aproximado
de personas contagiadas de Covid-19 en todo lo largo y ancho del país, pero
a sabiendas de que abundan las que sin tener síntomas pueden transmitir el
virus letal, ninguna de las autoridades implicadas en ello ha modificado la
fecha del posible regreso a clases que fue anunciado por la Secretaría de
Educación: ¡El lunes primero de junio!
De ser así, a nivel nacional retornarán a las aulas 36 millones 635 mil
816 alumnos de enseñanza básica, media superior y superior; y a eso habría que
sumarle otros 2 millones 100 mil 277 docentes y una población indefinida de
personal administrativo y de intendencia, así como todo el comercio informal
que suele instalarse afuera de las escuelas, lo cual arrojaría un total de 38
millones 916 mil 277 entre alumnos y profesores que registra la Secretaría de Educación Pública Federal en el estudio denominado “Principales Cifras del Sistema Educativo
Nacional 2018-2019 bajo la titularidad del secretario Esteban Moctezuma”.
Ahora bien, a esa de por si
multitud se le deberá de añadir a todos los demás involucrados en su
movilización, o sea a los padres y madres que acompañan a sus hijos de ida y
vuelta, más los choferes del servicio público de transporte.
Si como ha dicho el subsecretario Hugo López-Gatell que al número de
contagiados plenamente detectados cabe multiplicárseles para estimar cuántos
portan el famoso Covid-19, y si los positivos hasta el día de ayer sumaban ya poco
más de 35 mil casos, luego entonces uno se pregunta: ¿Cuántos de los casi 39 millones
de estudiantes y profesores –a nivel nacional- se les podrá transmitir la
enfermedad viral? Creo que es imposible de cuantificar.
Como nadie lo sabe a ciencia exacta, lo mejor y por extremo que
parezca, no deberá ser ni el día primero de junio, ni el primero de julio, ni tampoco
el primero de agosto cuando se reanuden las actividades escolares, sobre
todo cuando falta por cubrirse la cuarta parte del año de estudios, mejor que
el ciclo se dé por terminado. Después de
todo, un año “perdido” es casi nada cuando se trata de niños y jóvenes que, de
mantenérseles resguardados tienen el resto de la vida para continuar
capacitándose. ¿O no?
Si de por sí es muy poco probable que las llamadas “clases a distancia” estén teniendo sentido, sobre todo en lo referente a la educación
básica porque las niñas, niños y jóvenes solo tienen en las escuelas el entorno
apropiado para educarse.
Y lo digo porque es una especie de ecosistema que de ninguna manera se
asemeja al de su casa, donde los padres y abuelos de estos carecen de la
preparación necesaria y de la oportunidad de auxiliarles cómo se debe, además
de que muchísimas familias ni siquiera tienen servicio de internet o de
tenerlo, no han podido equipar a sus hijos con una tableta ni una computadora.
Por eso creo que son definitivamente inimaginables los riesgos para la
salud con eso de volver a clases en unas semanas más, pues aún y con la
aplicación de la “sana distancia” que sin duda deberá de seguirse
conservando, no será factible acatar tan disparatada medida que busca
implementar a toda costa el Gobierno de México; por lo que quien esto
escribe mejor seguirá BALCONEANDO. . .
COMO EN BOTICA
Aprovechando la pandemia del
Coronavirus y buscando “congraciarse” con el presidente municipal de Comondú, JOSÉ WALTER VALENZUELA ACOSTA, la
Cadena OXXO llevó un camión cargado
de productos básicos y artículos de limpieza para que el polémico edil hiciera “CARAVANA CON SOMBRE AJENO” y los
distribuyera a su libre albedrío entre algunas familias de la cabecera
municipal. . . Por más de tres horas y sin respeto a la “SANA DISTANCIA”, adultos mayores tienen que esperar para la
entrega de sus medicamentos a las afueras de la UNIDAD MÉDICA DEL ISSSTE que se ubica en las calles México y
Nicolás Bravo de la capital del estado. . .
Mientras tanto VÍCTOR MANUEL
CASTRO COSÍO sigue durmiendo el “SUEÑO
DE LOS JUSTOS” sin importarle absolutamente nada la salud de los
sudcalifornianos. . . Para quien no lo
sepa, en el primer trimestre del año 2020, empresas pertenecientes a CARLOS HANK GONZÁLEZ y su padre CARLOS HANK RHON, recibieron al menos
24 contratos públicos por parte del gobierno de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR por un monto que sobrepasa los 7 mil
695 millones de pesos. . . Así los herederos del “MAESTRO DE ATLACOMULCO” lograron un lugar especial en la actual
administración a pesar de que en el sexenio pasado acrecentaron su poder
financiero en los sectores financiero, de construcción, energético y hotelero.
. . ¡NO TE ACABES CUARTA TRANSFORMACIÓN!.
. . ¡HE DICHO!
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