DIGO
Por Vic Villavicencio
Cuando pensábamos que las cosas no podían empeorar en el congreso del estado, resulta que:
Los unos, con clandestinidad y ventaja, destituyeron a los otros y llamaron a sus suplentes.
Los otros, con alevosía y nocturnidad, destituyeron a los unos y llamaron a sus suplentes.
Prometieron que harían historia.
Digo
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