BALCONEANDO
Por Alejandro Barañano
De nueva cuenta Baja California Sur quedó exhibida gracias a uno de los
“magnánimos” representantes populares emanados del Movimiento de Regeneración Nacional, y con ello me refiero a la
figura de la Senadora Jesús Lucía Trasviña Waldenrath, la misma que en el año 2015 contendió para ser delegada municipal de La
Ribera, comunidad con poco más de 4 mil habitantes, y donde tan solo obtuvo 46
votos a su favor, pero que con el tsunami llamado AMLO fue llevada a la Cámara
Alta del Congreso de la Unión haciendo fórmula con Víctor Manuel Castro Cosío,
otro que no canta nada mal las rancheras.
Y es que a ciencia cierta no se sabe si su ímpetu novilleril es lo que
le gana a la presidenta de la Comisión
de Seguridad Pública del Senado de la República, o quizá sea su avanzada edad
lo que no le permite discernir con claridad y por ello es que se ciega con la
intolerancia que le caracteriza.
Todo esto viene a colación porque
de nueva cuenta Jesús Lucía Trasviña Waldenrath -la misma que gusta fotografiarse con una pistola al cinto- dio la nota al exhortar al gobernador Carlos Mendoza Davis que retirara las
fuerzas de seguridad del Congreso del
Estado, ello a través de un documento emitido con fecha 22 de octubre
pasado y derivado por el operativo
efectuado previo a la sesión en la que supuestamente se daría lectura al
dictamen de la Ley de Movilidad para Baja
California Sur.
Pero tal parece que a Doña Jesús Lucia no se le da bien eso de conectar
debidamente las neuronas con el razonamiento, y por ello es que pierde la
oportunidad una y otra vez que le da el espacio que ocupa para obtener beneficios
para todos los sudcalifornianos, pues hasta ahora no se tiene en la memoria punto
alguno donde la “bien hablada” legisladora haya obtenido beneficio alguno para
la media península; por el contrario, sus ausencias –por demás notorias- en
momentos cruciales y en votaciones decisivas hablan por sí solas, pues han sido
más de cien ocasiones las que ha estado ausente de la curul que debería de
ocupar. ¡Quihubole!
¡Ah, pero para meterse en lo que no la llaman, Doña Jesús Lucia se pinta sola! Además de que parece desconocer
que con su típico actuar transgrede y vulnera la autonomía de la entidad
sudcaliforniana una y otra vez.
¿Porque? Bueno, por qué para la mujer que logró tan solo 46
votos allá por el año 2015 no es democrático, ni legal ni mucho menos
civilizado haber implementado un operativo de seguridad afuera del recinto
legislativo local, pues según ella tal medida afectaba de manera directa la
libertad de expresión y la difusión de las ideas u opiniones, expondría en un
comunicado.
Ante dicha solicitud tan pánfila, su homóloga del Partido Acción Nacional,
Lupita Saldaña Cisneros, solicitó a
los integrantes de la Cámara Alta del Congreso de la Unión que Doña Jesús Lucía respetara la autonomía
de Baja California Sur, y a su vez le respondió por los señalamientos de la
mujer de los tan trillados 46 votos, ya que la Ley de Movilidad no estaba –ni
estará- en discusión en el Senado de
la República.
Tan caló profundamente la postura
de la panista, que el mismísimo Ricardo Monreal Ávila pidió que la
solicitud de Lupita Saldaña Cisneros
fuera catalogada como “urgente y de obvia resolución”, y que a la vez se
enviada a la Junta de Coordinación Política a fin de no transgredir la
autonomía de la entidad sudcaliforniana. ¿Y Doña Jesús Lucía? Pues quizá
seguía contando sus 46 votos de la elección delegacional del 2015 porque ni por
enterada se dio.
Ya para remendar lo que la
compañera de fórmula de Víctor Manuel Castro Cosío había
fruncido, el Senador morenista – me refiero a Ricardo Monreal Ávila-
sostuvo con harta enjundia que se actuaría
con responsabilidad, seriedad y sobre todo con racionalidad política, por lo
que Doña Jesús Lucía Trasviña Waldenrath
–la misma que define como sátrapas,
ratas, entrelucidos y lurios a más de uno, y que además sostiene que no le
tiene miedo a cabrón alguno- tuvo que aceptar que su ridícula petición
fuera turnara a la junta de Coordinación
Política del Senador de la República, y tan tan, el sandunguero
episodio había terminado.
Ojalá que Jesús Lucia Trasviña
Waldenrath se pongan las pilas de una vez por todas y haga compromisos
firmes para con Baja California Sur y
sus habitantes, pues no se vale que siga tirando pedradas al aire ni que camine
sobre el agua cual diosa pulida a mano; pues hoy por hoy lo que se requiere es
certidumbre y no mentiras ni manipulaciones, pues eso solo conduce a perder la
tierra, la querencia, los sueños y hasta sus 46 votos que logró en el año del
2015; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .
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