BALCONEANDO
Por Alejandro Barañano
Dicen los que saben, que el
significado de cinismo es la tendencia a
expresarse mediante la ironía, sarcasmo y la burla; y tan es así que el
desfachatado que incurre en ello tiene por característica la falta de vergüenza
al realizar actos deshonestos frente a los demás, aunado a la actitud que
conlleva tratar de engañar o mentir sin importar las consecuencias que esta
tenga, o sea, en otras palabras, cometer
acciones protervas de manera descarada.
Y lo digo porque el ahora coordinador de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional en
el Congreso de Baja California Sur, Esteban
Ojeda Ramírez, aseguró frente a los medios de comunicación -en una rueda de prensa- que su grupo ha realizado un buen trabajo
legislativo, tanto así que calificó la gestión con un 90.
El mismo diputado morenista se negó a autocalificarse –ello a pregunta expresa de una reportera-
y solo sostuvo que serán los ciudadanos
quienes dirán sí ha hecho bien o no su labor, razón por la cual no se
atrevió a afirmar si tendría nuevamente la preferencia social en caso de que se
diera por añadidura la revocación de
mandato.
Pero resultó tan cínico Esteban
Ojeda Ramírez que cree que puede venir a insultar la inteligencia del
pueblo con sus anodinas y pueriles palabras, pues ha estado bajo el escrutinio
de la gente sudcaliforniana cuando salió a flote un posible fraude en el erario
público en que se vio inmerso, esto junto con un conflicto de interés al
descubrírsele que junto con su cuñada era proveedor de artículos de cómputo y
consumibles desde que arrancó la XV Legislatura.
Para quien lo haya olvidado existen diversos documentos en poder de los
medios de comunicación que muestran claramente un número de facturas a nombre
de Proveedora de Cómputo y Suministro para Oficina, empresa que supuestamente
es propiedad de Jerusalén Ocampo Alameda
y cuyo domicilio fiscal está ubicado en la calle de San Fernando 319 interior A
de la colonia Misiones II de la ciudad de La Paz.
Pues bien, al indagar sobre ello,
se descubrió además que se han cobrado
un total de 46 facturas a nombre del Congreso del Estado, -todas ellas en orden consecutivo- lo que podría representar sin duda alguna
un conflicto de interés toda vez que la proveedora en cuestión –lo vuelvo a repetir- es cuñada de Esteban Ojeda Ramírez, y a la que en su momento llamó
despectivamente como “la pareja de mi hermano”, misma que se dio a la tarea de
surtir materiales y suministros a precio alzado al Poder Legislativo, claro que
con el beneplácito y benevolencia de su cuñado que ahora se califica su gestión
con un 90 . ¿Eso es cinismo, o no?
Solo por sólo citar algunos detalles sobre este bochornoso asunto, se
demostró que las facturas 001, 002, 003 y 004 fueron emitida por la persona
pariente de Esteban Ojeda Ramírez el
3 de octubre del año 2018, o sea a un escaso un mes de haberse acomodado en su
curul quien fuera “miembro distinguido” de la Corriente Democrática del Magisterio en la entidad. ¡Quihubole!
Todas las facturas comentadas están certificadas y selladas por el
Sistema de Administración Tributaria
por la cantidad 10 mil 457 pesos; 20 mil 779 pesos; 33 mil 941 pesos y 3 mil
350 pesos, respectivamente, y fueron pagadas por Finanzas del Congreso del Estado a través de la cuenta 0563579069
de Banorte bajo el cheque número 20230234, el cual sumó la cantidad de 68 mil
528 pesos, esto con fecha 4 de octubre del 2018, o sea, curiosamente un día
después de su emisión. Por lo que vuelvo a cuestionar: ¿Es un cínico entonces Esteban
Ojeda Ramírez?
Pero ahí no paró la cosa, pues de la misma manera se obtuvieron otras facturas –de la 001 a la 046- todas
ellas emitidas por la misma Jerusalén
Ocampo Alameda, y como ejemplo está la que bajo adjudicación directa giró -factura
046- de fecha 7 de noviembre del
2018 bajo el concepto de 21 computadoras laptops marca Dell con procesador
Intel Core 5 de 8 gb de ram, cada una con un costo de 17 mil pesos, haciendo un
total de 414 mil 120 pesos que le fueron liquidados en dos cheques; el primero
de la cuenta Banorte bajo el folio 0194951 de fecha 9 de noviembre del 2018 por
la cantidad de 207 mil 060 pesos, y que otro que se le dio al entregar los
equipos físicamente por el monto restante, y esto fue el 16 de noviembre del
2018. ¿Así de claro o le seguimos?
Pero el cinismo de Esteban Ojeda
Ramírez ha sido tan mayúsculo, que obvia decir que de acuerdo con un sondeo
realizado, cada una de esas computadoras antes comentadas tienen un valor promedio
en el mercado -a precio de menudeo-
de 13 mil 499 pesos, lo que indica
claramente que hubo un exagerado sobreprecio en el producto.
Pero el “hacedor” de leyes, o
sea Esteban Ojeda Ramírez, –a pesar de la alta calificación que se
otorga- quizá ignore que con
fundamento en el Artículo 3 fracción VI de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, se entiende por
conflicto de interés “la posible afectación del desempeño imparcial y objetivo
de las funciones de los servidores públicos en razón de intereses personales,
familiares o de negocios”; y esta situación surge cuando una persona tiene la
oportunidad de anteponer sus intereses privados a sus deberes profesionales, y
por lo tanto puede incurrir en un acto de corrupción.
Además, la impunidad y corrupción que impera en este caso, deberían constituirse y tipificarse con el
delito de peculado y fraude en contra del erario público, lo que debería ser
investigado de manera inmediata por parte del Órgano de Fiscalización Interna del Congreso del Estado, ello a
fin de explicarle a los sudcalifornianos del severo daño que se ocasionó en el
patrimonio público.
Por eso al inicio de este espacio se trató de explicar que el
significado de cinismo es la tendencia a expresarse mediante la ironía,
sarcasmo y la burla; y tan es así que el desfachatado que incurre en ello tiene
por característica la falta de vergüenza al realizar actos deshonestos frente a
los demás, aunado a la actitud que conlleva engañar o mentir sin importarle las
consecuencias que esta lleve, o sea, en otras palabras, cometer acciones
protervas de forma descarada; por lo que mejor quien esto escribe seguirá BALCONEANDO. . .
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