lunes, 9 de septiembre de 2019

La botella de leche



La foto antigua de hoy

Eliseo Santana A.
La foto la publicó Berna Martínez‎, y la verdad me hizo recordar épocas muy agradables de mi niñez, (no aúllen ni se burlen jeje).


La foto es muy sencilla, es solo un recipiente de vidrio donde se envasaba la leche Blanquita, quizás la primera leche pasteurizada que se produjo y vendió en nuestro estado, la planta pasteurizadora estaba ubicada en Altamirano y Reforma, frente a la Farmacia de Dios (ambas ya no existen), el tapón de la botella era color verde y era de aluminio.

Les comento mi relación con este envase y la pasteurizadora.

Tendría yo unos diez años, así que han trascurrido más de cincuenta,  (Medio siglo… con razón, ya no funciono como antes), por la madrugada mi abuelo Eliseo Santana Vades y yo nos levantábamos… (Bueno, me levantaban)  para ir al rancho a recoger la leche, el rancho “El Vivero”, estaba “lejísimos” jeje, por donde ahora está la calle Colima, que en ese entonces era una brecha estrecha por donde solo cabía un vehículo, en Botes Lecheros Galvanizados tenía ya lista la leche el ranchero, Don Guadalupe Ruiz (LUPE), era casi un acto religioso que al llegar mi abuelo le ofrecieran una taza de café, “calieeente” intomable para mí en esos tiempos, a mí, me daban más leche que café, apenas se pintaba con el poco café que le ponían, era leche bronca, sabrosísima y quiero aclarar que nunca me enfermé, ya ven como satanizan hoy la leche bronca, continuando con el tema principal, después del café subíamos los botes al pick up, los amarraba y nos íbamos a la planta a entregar el lácteo producto.

Todo esto,  muy tempranito, pues antes de las ocho de la mañana tenía que estar yo en mi escuela, la Rosendo Robles a la que iba a pie desde la casa de mis abuelos, entre los mezquitales, plantas de guaco, cachoras, cachorones y guicos que me entretenían en el camino hasta la escuela, más me distraía si encontraba una nueva “fuente” de goma de mezquite para ir masticando, carapacho de caguamas por montones “adornaban” la vera del camino, los Méndez Vivian cerca y en esa zona arrojaban los desechos del producto de la pesca… “Todo lo que me hizo recordar una simple botella de leche”.





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