Toda acción, tiene su reacción. Y
esto fue precisamente lo que les sucedió a los diputados locales de Morena,
quienes estaban sometidos a las órdenes del coordinador general de programas
federales, Víctor Castro Cosío y no en función de las necesidades de la
población sudcaliforniana, de ahí que primeramente 9 legisladores no pudieran
aguantar tanta entrega de los legisladores morenistas y decidieron actuar en
consecuencia, a la que sumaron tres diputados más, para conformar un bloque de
12, quienes a la postre, fueron quienes con su voto mayoritario, tomaran las
riendas del Congreso local para que este retomara su rumbo.
Decimos esto, porque en redes
sociales circulan versiones equivocadas de lo que realmente sucedió en el
Congreso del estado, y de ello nunca señalan cuál es el fondo del asunto, pero
eso sí, se defienden como gatos boca arriba, como el claro ejemplo de los tres
diputados que se reunieron con el dirigente estatal de Morena, Alberto Rentería
Santana, como huerfanitos fueron a pedirle cobijo y ayuda ante la situación,
ahora en desventaja, que priva en la actual legislatura en contra de los
diputados morenacos, cuando al inicio, estos mismos diputados (Milena Quiroga
Romero, Homero González Medrano y Esteban Ojeda Ramírez) tan solo se sentaron
en la curul y desconocieron a su dirigente estatal del partido, queja principal
del propio Rentería Santana.
Pero de lo acontecido en el
Congreso del Estado, primero fue la separación de la alianza “Juntos Haremos
Historia”, prácticamente de uno de los partidos con el cual llegaron al primero
de julio del 2108 (PES), después, el desprecio por el resto de los diputados a quienes
ningunearon otorgándoles Comisiones permanente sin importancia, el mayoriteo,
la soberbia, y finalmente, desde el pasado 30 de junio esos diputados cansados
de tanto desprecio y mala atención les arrebatan las presidencias de los
Periodos de la Permanente y del primer periodo ordinario de sesiones del
segundo año legislativo, y más tarde, el 8 de julio, les quitan las 6
principales presidencias de las comisiones permanentes, y los rematan el 11 de
julio, al aprobar, ese bloque de 12 diputados, las reformas a la Ley
Reglamentaria para conformar fracciones legislativas, y no solo fuera Morena la
única que ostentara este beneficio para permanecer en la presidencia de la
Junta de Gobierno y Coordinación Política, que, bajo esa nueva disposición,
será el PES, el que la presidirá a partir del primero de septiembre por un
periodo de un año, y el tercer año, será para el Partido Acción Nacional.
¿Por qué les pasó esto a los
diputados de Morena?, fundamentalmente por la soberbia, la ignorancia en las
leyes, su noñez política, la falta de tacto y oficio político, el desprecio a
los diputados sin partido o a aquellos que llegaron por el principio de
representación proporcional, pero el fondo de todo ello, fue el sometimiento en
el que se encontraban los diputados morenistas que sobre ellos tiene el
profesor Víctor Castro Cosío, quien un día sí, y el otro también, les daba
instrucciones de qué ley aprobar o qué no, y sobre todo acomodar a parte de su
equipo en puestos clave de la administración del Congreso. Todo eso pesó, para
que los diputados del bloque, ahora de los 12, se impusieran y acabaran con ese
sometimiento y con esos privilegios.
Podrán decir que el bloque de los
12 diputados, no quisieron descontar de sus percepciones los bonos y
compensaciones, pero los únicos a que estaban obligados a hacer eran
precisamente los de Morena y para el resto, nos los supieron convencer, sino
que se los quisieron imponer, y eso, aquí y en China, pues no procede nada a la
fuerza.
Ahora, acusar de “traidores” a
los diputados de Morena que no estuvieron de acuerdo con Milena Quiroga,
Esteban Ojeda y Homero González, pues es una justificación absurda. Los que se
salieron de Morena, para formalizar otra fracción de nominada “Morena, juntos
haremos historia”, lo hicieron porque no se quisieron someter a las decisiones
del mal llamado diputado “Número 22”, el profesor Víctor Castro Cosío, quien
tenía en el Congreso, un grupo afín a su proyecto político rumbo al proceso
electoral del 2021, para lo cual ya había anunciado en varias ocasiones, su
deseo de ser el candidato a la gubernatura por Morena, y precisamente, con ese
grupo de diputados, tenía en el Congreso una parte de los recursos de la
campaña que viene realizando, de manera ilegal, por todo el estado desde el
primero de diciembre del año pasado, y decimos ilegal, porque está utilizando,
además, los recursos federales para recorrer el estado en ese plan engañoso, ya
que aduce que está promoviendo entre la población, los programas sociales del
gobierno federal, cuando claramente hemos observado que estaba formalizando
grupos de apoyo en cada uno de los municipios.
Pero vamos más allá, existe,
desde que Víctor Castro resultó electo senador (después solicitó licencia al
cargo para ser el representante del gobierno federal en la entidad), siempre
estuvo enfrentado con el dirigente estatal de Morena, Alberto Rentería Santana,
porque el profesor Castro Cosío quería
imponer a su compadre Omar Castro -el de los 20 pesos- como dirigente estatal,
a lo que el propio dirigente, luego del triunfo de Morena en Julio del año
pasado, habría dicho, a muchos, “ahora que triunfo moreno, le salieron muchos
padres, abuelos, tíos…, pero cuándo andábamos trabajando para formalizar el
partido, recorriendo el estado para recabar firmas, nunca los vimos ni se
acercaron, y ahora quienes la dirigencia estatal de morena, no tienen
vergüenza”.
Por eso resulta absurdo, cuando
el propio funcionario federal dice que no existe divorcio entre Rentería y él.
¿Le creemos? Si precisamente por su mal actuar como funcionario federal, le ha
restado simpatías al proyecto morenista al no darle resultados a los
sudcalifornianos, al incumplir con sus promesas de darle ocupación en las
dependencias federales a sus “amigos”, a todos aquellos que involucró en su
proyecto político donde claramente ya están cambiando para irse al proyecto que
finalmente y de manera indirecta resultó beneficiado con lo acontecido en el
congreso, hacia la gente de Leonel Cota Montaño, quien en todo momento fue muy
claro en advertirle a Víctor Castro, que primero, sacara las manos del
Congreso, y después y más rotundo, fue cuando le advirtió a este político que
“no se metiera con la autonomía universitaria”, y más antes aún, que la “bajara
dos rayitas a su volumen en su ambición desmedida de ser el candidato de Morena
rumbo al 2021”.
Y tanto Víctor Castro como el
grupo de diputados locales a los que tiene aún sometidos, a través de sus bots,
o en personas que no dan la cara, lanzan ataques en redes sociales desvirtuando
los hechos, tratando de salvar poco de lo mucho perdido.
Por lo que no dudamos, que con
todo lo sucedido, Víctor Castro Cosío, se quede como el perro de las dos
tortas, ni con una ni con otra, y su virreinato, el cargo de superdelegado
federal, o vicegobernador, pues creemos que tendrá que despedirse de ellos, no
se diga también, de la candidatura a la gubernatura por Morena, porque quien
llegará a la dirigencia nacional de ese partido, como en la dirigencia estatal,
no tienen ningún interés en él, así que Alfredo Porras Domínguez, ve buscando
otro contrincante para la encuesta.Microtemas: Durante la sesión extraordinaria
del Congreso del estado, efectuada el pasado sábado 13 de julio, con la
ausencia de los diputados Milena Quiroga, Esteban Ojeda y Homero González -que
se comportaron como niños al que les quitaron su juguetito-, fue aprobado el
dictamen por el cual la licenciada Claudia Méndez Vargas, fue electa Magistrada
del Tribunal de Justicia Administrativa de Baja California Sur.
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