Eliseo Santana A.
No hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla
El pasado sábado 1 de diciembre se inicia otro “histórico”
periodo político social en México, como lo han sido todos los cambios de
presidencia de antaño, todos, históricos a su manera, cada uno de ellos
caracterizado por los sucesos del momento, el del pasado sábado fue igual,
“histórico” por su particular forma y manera.
Las formas serían lo de menos, lo importante será el fondo y
los mexicanos aún no sabemos cómo se hará realidad lo que se plantea,
prácticamente todo lo que esboza el nuevo presidente lo vemos con simpatía y
aceptación los mexicanos, el catálogo de buenos proyectos e intenciones es casi
en su totalidad aceptable, pero el cómo y con qué se hará realidad aún esta en
el limbo.
Sin datos concretos, números duros lo que se pretende
realizar es solo un proyecto sin respaldo, debo aclarar que el cuestionar el
asunto no es desear que a Andrés Manuel y al nuevo gobierno lo vaya mal, sería
como querer que el barco en que viajamos fallara y que al capitán le diera un
infarto, NO, todo lo contrario, queremos que todo le funcione y que quien
conduce el destino del país logre sus propósitos, pero como en campaña solo nos
dice que quiere, pero no como, ni con qué se podrá lograr.
El país ya zarpó e iniciamos la travesía, deseo de todo
corazón que lleguemos a buen destino, TODOS VAMOS EN EL MISMO BARCO.
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