Con motivo del 483 aniversario de la fundación de nuestro
puerto este próximo 3 de mayo, comparto de nuevo este relato.
Por: Eliseo Santana A.
El nombre de nuestra península, California, se cree nace de
un relato mítico que se hace de una novela de caballería muy popular en la
época en que Hernán Cortes conquistó México, esta novela era, Las sergas de
Esplandián publicada en Sevilla España en 1510 por Garci Rodríguez de Montalvo
escritor español del Prerrenacimiento, les transcribo de forma textual una
parte de la novela donde aparece el nombre CALIFORNIA:
“Sabed que a la diestra mano de las Indias existe una isla
llamada California muy cerca de un costado del Paraíso Terrenal; y estaba
poblada por mujeres negras, sin que existiera allí un hombre, pues vivían a la
manera de las amazonas. Eran de bellos y robustos cuerpos, fogoso valor y gran
fuerza. Su isla era la más fuerte de todo el mundo, con sus escarpados
farallones y sus pétreas costas. Sus armas eran todas de oro y del mismo metal
eran los arneses de las bestias salvajes que ellas acostumbraban domar para
montarlas, porque en toda la isla no había otro metal que el oro.”
Las amazonas, eran gobernadas por una Reina llamada Calafia
¿Se imaginan, que pensaban los hombres de la época con tal
descripción de una tierra así?
El 15 de octubre de 1524, Cortez envía una carta al rey de
España Carlos I, donde le comenta un informe que le había dado su sobrino el
capitán Francisco Cortés de Buenaventura, después de la conquista de lo que hoy
es el estado de Colima y donde indica que los señores conquistados afirman que
más al norte existe una isla donde solo viven mujeres y ningún hombre. (Como
las amazonas de la novela Las sergas de Esplandián).
Extracto de la carta, textual:
Y así mismo me trajo relación de los señores de la provincia
de Cihuatlán, que se afirman mucho de haber toda una isla poblada de mujeres,
sin varón ninguno, y que en ciertos tiempos van de la tierra firme hombres que
con ellas han acceso. . . . Y si paren mujeres, las guardan; y si hombres, los
echan de su compañía; y que esta isla está a diez jornadas de esta provincia; y
que muchos dellos han ido allá y la han visto. Dícenme asimismo que es muy rica
en perlas y oro; yo trabajaré en teniendo aparejo de saber la verdad y hacer de
ello larga relación a vuestra majestad.
2+2= 4, debieron pensar Cortez, el rey, el sobrino de Cortez
Francisco Cortés de Buenaventura y todos los que conocían la leyenda de
California y la Reina Calafia… “HABÍAN DESCUBIERTO EL LUGAR DONDE ESTABA LA
MITICA Y RICA CALIFORNIA”, La leyenda “era real”, no era una fantasía, pues los
nativos describían casi exactamente lo que la novela, Las Sergas de Esplandián,
narraban.
Cortes, envió expediciones, el personalmente buscó la mítica
ciudad gobernada por Calafia, hoy, todos lo sabemos nunca encontró nada de lo
que buscaba: oro por doquier.
Ahora, enfoquémonos en el título de esta pequeña reseña, Si
había amazonas… ¿Porque no habría sirenas?
Regresemos a la época de Cortez, ¿se imaginan? qué pensarían
los hombres menos instruidos, los marineros de los barcos que exploraban las
“extrañas” aguas que rodeaban el mítico reino de riquezas inconmensurables, con
amazonas montando bestias salvajes, engalanadas con fornituras de oro puro,
cubiertas por brillantes armaduras del mismo valioso metal, que brillarían con
los rayos del sol.
La inflamada imaginación de quienes navegaban en ese tiempo
debió hacerlos ver cosas “raras”, pues en un reporte durante la segunda
expedición encargada por Hernán Cortés en las costas californianas (1533-1534)
y que iba a cargo de Hernando de Grijalva reportan lo siguiente:
El peje que vimos semejaba a esto
Aunque no divisamos si tenía escama
demás tenía ni más ni menos: los brazos
é manos monstruosos porque vimos les
ventarse en ayre y fuera del mar
(Se anexa dibujo de la época)
No es extraño pues que “viesen” cosas raras e inexplicables,
lo que sería una rara, una fantástica “sirena” californiana.
Fuentes:
Libro de José Luis Martínez, Hernán Cortés, México, Fondo de
Cultura
Económica/Universidad Nacional Autónoma de México, 1990, p.
674.
Enciclopedia libre Wilkipedia.
Guadalupe Pinzón Ríos y Carla Lois “Bestiarios cartográficos.
Criaturas del mar en los mapas de América (siglos XVI-XVII)” p. 131-158
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