Es para mí un honor poder publicar los trabajos de Manuelita Lizárraga
Alcaraz, gracias a su labor se mantiene vigente en la memoria colectiva la “historia
reciente”, el vivir diario de los sudcalifornianos, te agradecemos Manuelita tu esfuerzo, un abrazo.
LA PAZ QUE SE PERDIO
Por Manuelita Lizárraga
Alcaraz.
“DEJO DE EXISTIR EL
APOSTOL DE DIOS EN LA TIERRA...EL HOMBRE QUE SUPO PEDIR PARA DAR... PADRE LUIS
RUGGERA LUIGI”.
• NACIÓ EN ITALIA EL 28 DE NOVIEMBRE DE 1920
• LLEGO A LA PAZ EN 1948
• MURIÓ EL 10 DE FEBRERO 1999 EN LA CIUDAD DE LA PAZ...
“...En su viejo pick up...el padre Luis recorría las
polvorientas calles de las colonias populares en busca de sus ovejas...y, al
alegre tintineo de su campana los niños acudían a él, quien les daba golosinas
y los llevaba a la doctrina...”
A causa de un desafortunado accidente ocurrido el anterior 10
de febrero de 1999 a las 14:30 horas de la tarde en Cuauhtémoc y Forjadores,
siendo embestido por un vehículo la motocicleta conducida por el padre Luis
como cariñosamente es conocido por Todos los habitantes de La Paz, quien cayo
mortalmente herido regando con su preciosa sangre esta tierra bendita de Dios,
al igual que los mártires jesuitas los padres Tamaral y Carranco; enlutando a
la iglesia, así como a las familias católicas sudcalifornianas. En el frío nosocomio
del hospital Juan María de Salvatierra después de cuatro días de inconciencia
debatiéndose entre la vida y la muerte, el santo y venerado padre Luis Ruggera
Luigi dejó de existir en su vida terrena, por que su espíritu y esencia quedó
entre Todos los que le amamos. El padre Luis, pescador de almas y constructor
de iglesias fue digno representante de Dios en la tierra. Dejo una huella
imborrable en el corazón de los sudcalifornianos. Santo varón, hombre probo,
ejemplo de humildad, amor y misericordia al mas necesitado quien durante 51
años nos regalo de apostolado, y de vida intachable en esta península y en
otras partes del mundo.
Las madres religiosas del colegio La Paz, y el colegio Juan
de Ugarte de San José del Cabo, Rosa María Vega, Josefina Osuna Chiquete y
María de los Ángeles Osuna Chiquete, dijeron con gran resignación “el padre
Luis fue una persona que descubrió en la vida la misión que Dios le destino y
la vivió en plenitud dándose a los demás”. El peregrino de Dios se realizo en
la vocación que Dios le marco, el sacerdocio a su servicio. Dejo patria y
familia y adopto esta tierra que tanto amó. “El apóstol Padre Luis fue una
persona humilde que supo acercarse a la gente en el momento que mas lo
necesito, descubriendo en los mas pobres el rostro sufriente de Dios quien con
su testimonio de vida ejemplar supo llevar a Dios a muchas almas”.
Apóstol padre Luis que al igual que el industrioso apóstol
Juan de Ugarte, fue constructor de iglesias y de almas guiadas por el buen
camino de Dios. Sus raídos ropajes denotaban su humildad y grandeza de alma
buscando el bien para los más necesitados. El 28 de noviembre de 1920 Dios
envío un ángel a la tierra. Naciendo a la vida en la ciudad de Segonzano, D.
Tentro Italia, un niño a quienes sus padres pusieron por nombre Luis Ruggera
Luigi. A temprana edad sintió vocación religiosa ingresando al Instituto de los
misioneros Combonianos, ordenándose sacerdote el 29 de junio de 1945.
“YO SOY EL BUEN PASTOR CONOZCO A MIS OVEJAS
Y MIS OVEJAS ME CONOCEN A MI”.
En el año de 1948 La Paz contaba con 13,000 habitantes. La
única iglesia católica era la parroquia de nuestra señora de La Paz y estaba en
sus inicios el santuario de Guadalupe fundado por el padre Agustín Álvarez y el
esfuerzo del pueblo. Estaba en toda su efervescencia el Guadalupanismo, época
de ensueño en La Paz con sus molinos de viento, tierra perfumada a brisa del
mar azahares y flores. Un 15 de febrero de ese mismo año, para alegría de los
sudcalifornianos llego a La Paz vía marítima el peregrino de Dios Reverendo
Padre Luis Ruggera Luigi, quien se responsabiliza de la parroquia de Nuestra
señora de La Paz, cuando ésta estaba en sus contornos bardeada de celosía de
medias lunas, y por las empedradas callecitas transitaban algunos vehículos
modelo “A” de la Ford, carretelas y carretones tirados por briosos corceles así
como se escuchaba el alegre pregón del marchante, vendiendo frutas y verduras,
el panadero y el palanquero ofreciendo de puerta en puerta a bajo costo los
productos propios de la región.
“El padre Luis fue un hombre muy sencillo que abogo por los
mas necesitados. EL SUPO PEDIR PARA DAR. La mística de servicio humildad y
misericordia fue su característica. Seguros estamos que esta a un lado de Dios,
por que EL no hizo tesoros en la tierra, los hizo en el cielo”, dijeron muy
consternados los esposos Héctor Márquez y Magdalena Domínguez de Marquez de la
colonia Pueblo Nuevo.
Se enseñoreaban las enfermedades como el paludismo y la
tuberculosis, la que después de arduas luchas encabezadas por el doctor
Francisco Cardoza, y con la valiosa ayuda de la orden de religiosas
“carmelitas” quienes atendían a los enfermos, lograron erradicar. Meses después
el padre Luis es comisionado a la histórica misión de San José del Cabo fundada
por el padre Mártir Tamaral, quien muriera en la revuelta de 1734 a manos de
los indios pericues. En 1949 el padre Luis se hizo cargo de las misiones de
Santiago y Miraflores. En 1955 tiempos de gloria en el territorio con sus
barcos mercantes y su gran movimiento comercial, con el auge de la agricultura
en el valle de Santo Domingo donde se producía algodón y trigo el que se
exportaba al Oriente y Europa además del interior de la república y también se
cultivaba en los Planes las garzas y los bledales frutas y verduras de gran
calidad. El padre Luis después de un trabajo no solo como peregrino de Dios de
labor pletórica de humanismo, humildad y misericordia especialmente con los más
necesitados, es llamado por orden superior a la ciudad de México con el cargo
de maestro de novicios.
“Doña Enriqueta Viuda de Isáis, hermosa muchacha antigua de
96 años, que durante toda su vida ha vivido a un lado de la parroquia de
Nuestra señora de La Paz dijo “estamos de luto los sudcalifornianos por esta
perdida tan lamentable del padre Luis quien fue una persona muy querida y
respetada por su sencillez y humildad”.
Durante su ausencia, se vivieron momentos importantes en La
Paz continuando su desarrollo social y económico, con sus sanas costumbres y
tradiciones, el santuario seguía avanzando en su construcción así como la
ciudad de los niños impulsados por el padre Carlitos así como el fervor de los
feligreses Todos unidos en una misma fe. “La Paz” que marco el progreso en la
península. El misionero de Dios después de terminar su encomienda en la ciudad
de México volvió a La Paz haciéndose cargo de la parroquia de la Purísima y
Comondú. Con el afán de servir a un mes a Dios dio inicio a la construcción de
iglesias para impartir y ampliar los conocimientos del evangelio y de la virgen
santísima a los feligreses. Con ese firme propósito, el padre Luis edifica tres
templo en la purísima, otro en la poza grande y en varios pueblos del sur.
Luego llega a La Paz y funda la capilla de San Martin de Porres donde se hace
muy popular además de impartir el evangelio, de su carisma, por su famosa
motocicleta chistes y anécdotas en las tertulas familiares. “Y COMO DIJO EL
PADRE LUIS”. ¿Quien no lo ha dicho alguna vez?
“La muerte del padre Luis es una tragedia muy triste que
conmovio a toda la sociedad porteña, dijo, la escritora y periodista doña
Dominga G. De Amao quien cumplió 87 años el anterior 20 de febrero y mientras
autografiaba su ultimo libro “San Antonio”, continuo diciendo, que los padres
Combonianos se han distinguido por sus obras de gran trascendencia en beneficio
de los demás. Abandonaron su patria para adoptar esta tierra a las que se
entregaron con inmenso amor”.
Luego, el padre construye las iglesias del perpetuo socorro, corazón
de María, María auxiliadora, María Goreti, santísima trinidad y santísimo
sacramento. El sueño del padre Luis era servir en África a los seres mas
desvalidos. En el año de 1979 recibe la noticia de que se traslade a africa, en
Uganda concretamente donde se desborda en misericordia en comunión con la
pobreza y el hambre que azota en aquellos lugares. En 1985 el apóstol de cristo
vuelve a La Paz con mas ánimos de servir a esta amada tierra que lo cobijo y
continua además de su incansable labor humanitaria, construyendo iglesias;
surgiendo el templo de san Judas Tadeo, el santísimo sacramento y una que dejo
sin terminar en la colonia Márquez de León.
La periodista señora Nohemí Sánchez dijo muy conmovida, “el
padre Luis fue un personaje muy singular. Yo lo admiraba, es el único padre que
me toco ver visitando a los enfermos todos los días en los hospitales,
llevándoles consuelo y palabras de aliento, bendiciones y esperanzas de una
nueva vida en el cielo, así como les daba los santos oleos si eran necesarios”.
La huella imborrable del padre Luis de su paso por esta tierra
esta en todos los templos que construyo para el culto de Dios y la Virgen así
como en toda esta tierra, en los corazones de incontables católicos que
acrisolaron la fe con su ejemplo de humildad y servicio, quien desde las 4 de
la mañana se levantaba a orar pidiendo por toda la humanidad y durante el día
lo dedicaba a transitar por las calles de La Paz en su motocicleta buscando
apoyos para los demás, para la continuación de sus obras visitando los hogares
mas humildes en diferentes colonias llevándoles palabras de aliento y algunos
beneficios. Se le miraba en hospitales con su ministerio de Dios atendiendo a
los enfermos y reconfortándolos. Y no conforme con difundir el evangelio
personalmente lo hacia a través de folletos, de la radio y televisión canal 10
y cuanto medio estaba a su alcance para que la palabra de Dios llegara a todos
lo hogares. El venerado cuerpo del padre de todos los católicos especialmente
de los pobres y los enfermos no fue profanado con la necropsia de ley gracias a
la petición del señor Ramón Arturo Orenday Camacho. Fue velado en la iglesia
por el edificada el Corazón de María.
Debido al insuficiente espacio para tanta gente que lo
lloraba el féretro conteniendo el amado cuerpo fue trasladado al gimnasio,
auditorio donde el señor Obispo Doctor Braulio Rafael León Villegas acompañado
del clero oficio una emotiva misa elevando sus plegarias por el eterno descanso
del alma del padre Luis uniéndose a ellas la multitud de dolientes. El señor
obispo pidió a los presentes que no le llevaran flores, que mejor pusieran en
un sobre el importe de las mismas y lo echaran en la urna, dispuesta para tal
fin, con el objeto de lo que se reuniese fuera destinado para la conclusión de
la iglesia que dejo empezada el padre Luis. Después de la santa misa, el cuerpo
fue trasladado a la iglesia Corazón de María donde fue sepultado.
“La señora Alba González Amao dijo con gran pesar, ese día de
su lamentable accidente, poco mas de una hora antes el padre Luis había enviado
su mensaje por televisión como todos los miércoles a todos los hogares. Es una
pena que una vida tan valiosa se haya apagado dijo, todos estamos muy
conmovidos, pues quien no conocía al padre Luis en la Paz?”.
...De sencillos y casi raídos ropajes, montado en su
motocicleta al popular padre Luis se le miraba por las calles de La Paz. En
busca de beneficios para los más necesitados...y en las tertulias familiares se
disfrutaban, además del evangelio, su amena charla...Y COMO DIJO EL PADRE LUIS.
….Por el placer de Escribir…Recordar… Y… Compartir…
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