lunes, 11 de diciembre de 2017

A h o r a !


Luis M. dibene Geraldo

• POBRE POLICÍA TURÍSTICA DE NUESTRA CAPITAL, LA PAZ, Y POBRE OMBUDSMAN Y CEDH, PAGANDO “LOS PLATOS ROTOS”…


En virtud de que me faltaba-y me falta-más información específica, de fondo y trasfondo, de mayores evidencias, este tema-a pesar de ser un evento que ya pasó de una semana-hace que no lo pueda tratar con la profundidad que se merece, sobre todo los selectos lectores, porque un columnista-articulista, un comunicador de opinión como sería mi caso, no puedo o debo basar nuestro dicho y escribir con tan sólo rumores o especulaciones (aunque a veces sí son parte del contexto, ¿eh?), ya que más que nada-sobre todo en este tipo de temas de mayor cuidado- nuestro trabajo debiera basarse, si bien no con las pruebas reales, fidedignas, que sería lo ideal, pero sí con ciertas hipótesis, o una especulación científica, dable; de algunas informaciones, de teorías con razonamientos válidos producto de métodos deductivos e inductivos, por ejemplo, para así presentar mayor credibilidad y no ESA DESINFORMACIÓN que a veces se da en nuestro periodismo.

Así pues y entonces, cuando coloqué este bien meditado primer sumario: “Pobre policía turística de nuestra capital, La Paz, y pobre ombudsman y CEDH, pagando “los platos rotos”…es porque estos actores, estos tres elementos de la policía turística de La Paz, tenían una hoja de servicio intachable, que incluso el más joven de 23 años era recién egresado de la academia con los primeros lugares y ejemplar conducta, y luego su comandante de historial con honestidad de trayectoria bien ganada, y el tercero de similar perfil, que cayeron abatidos por las balas criminales. Así pues por la más elemental obviedad y lógica no formaban parte de esa delincuencia mayor, ni estaban coludidos con la misma; ¿entonces por qué los mataron, sobre todo así, en esa forma tan despiadada?; ah caramba, de veras, tendremos que entrarle a las deducciones (no pruebas como dije líneas arriba pero tampoco especulaciones nomás porque sí…), situación y observación que enseguida comentaré, porque lo voy a concatenar con ese otro impactante hecho de sangre, también por esos mismos días: el asesinato de Silvestre de La Toba, presidente ombudsman de la CEDH de B.C.S., el de su hijo y de su Sra. esposa, dejando en la orfandad a dos hijo/as muy jóvenes y familias sufriendo…

* ENTONCES EN BASE EN LO ANTERIOR CAE POR TIERRA QUE SEA PLEITO ENTRE BANDOS; HAY ALGO MÁS…

Sí, porque también tiene mucha lógica que la teoría que está originando esta inseguridad y violencia nacional, y en particular la de Baja California Sur, obedece a la disputa de territorios de operación de cada banda, según la entidad de que se trate, de conquistar y eliminar a sus opositores en la operación, distribución, de sus mercancías en las zonas correspondientes (que es la versión principal de los gobiernos y procuradurías en sus tres niveles, el federal, los estatales y municipales), y también de la percepción de la sociedad cuando casi cotidianamente caen abatidos narcomenudistas bicicleteros, en llanteras, en algunos talleres, de a pie en colonias, etc., y ante todo este fenómeno delictivo de un tiempo acá por lo general el único responsable-culpable para buena parte de la sociedad era el gobierno estatal y/o municipal que correspondía, junto con el federal, (porque estaban “metidones”, omisos) pero “hete ahí” (decía Félix Ortega) que ya más recientemente no sólo caían en esta “guerrilla” los narcomenudistas menores sino periodistas, (con víctimas colaterales además), y ya después ciertos servidores públicos y/o funcionarios sin antecedentes penales, limpios, (precisamente como estos recientes casos de los tres policías turísticos y don Silvestre de la Toba-CEDH-y familares), que, como decía, están “pagando los platos rotos”; además esa serie de narcomantas cuyos textos iban directo contra la Marina, el ejército, la policía federal y finalmente el gobernador con todas sus letras; ah caramba…

¿Entonces?, decía la gente, ¿qué está pasando aquí?; ¿cuál pues sería la deducción de esta última estrategia?, seguramente es que la de ejercer mucha más presión ante el gobierno y sociedad al abatir gente significativa inocente, no inmiscuida en el crimen, para sólo así llamar mucho más la atención de esa autoridad, repito, federal o estatal, como comunicando el mensaje de, ¿así sí vas a negociar?, o no…, para subirle hasta llegar a niñ@s, estudiantes, inocentes. Dios nos libre…

Al respecto la opinión pública interesada y con cierto conocimiento dice que aquí y así, es cuestión de aplicar la ley de a de veras, esa famosa ley anticorrupción que sólo está en el papel; castigar en directo a las grandes corrupciones e impunidades, esas que sí están coludidas con el crimen organizado y que los legisladores saben, también el gobierno federal-con algunos estatales-saben quiénes son y operan; y/o negociar con los grandes jefes de jefes como ya ha sucedido en México en aquellos tiempos del PRI hegemónico, o…legalizar?, o…acaso la amnistía de Amlo?; no, no sé; o aprobar la “Ley de seguridad interior”, ¿será la solución? mmm…; el caso es que algo se tiene que hacer, pero ya!.


En conclusión, el crimen se está yendo contra la sociedad, le tira al gobierno pero le pega a la sociedad; le tira a la sociedad pero le pega al turismo y al gobierno (vean a Acapulco, a Cancún, a Los Cabos); le tira a la sociedad pegándole a niñ@s, a la familia, buscando darle al gobierno. Le pega al gobierno tirando inocentes. Una guerra con sangre y…política. Digo. Ahora!

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