Luis M. dibene Geraldo
• POBRE POLICÍA
TURÍSTICA DE NUESTRA CAPITAL, LA PAZ, Y POBRE OMBUDSMAN Y CEDH, PAGANDO “LOS
PLATOS ROTOS”…
En virtud de que me faltaba-y me falta-más información
específica, de fondo y trasfondo, de mayores evidencias, este tema-a pesar de
ser un evento que ya pasó de una semana-hace que no lo pueda tratar con la
profundidad que se merece, sobre todo los selectos lectores, porque un
columnista-articulista, un comunicador de opinión como sería mi caso, no puedo
o debo basar nuestro dicho y escribir con tan sólo rumores o especulaciones
(aunque a veces sí son parte del contexto, ¿eh?), ya que más que nada-sobre
todo en este tipo de temas de mayor cuidado- nuestro trabajo debiera basarse,
si bien no con las pruebas reales, fidedignas, que sería lo ideal, pero sí con
ciertas hipótesis, o una especulación científica, dable; de algunas
informaciones, de teorías con razonamientos válidos producto de métodos
deductivos e inductivos, por ejemplo, para así presentar mayor credibilidad y
no ESA DESINFORMACIÓN que a veces se da en nuestro periodismo.
Así pues y entonces, cuando coloqué este bien meditado primer
sumario: “Pobre policía turística de nuestra capital, La Paz, y pobre ombudsman
y CEDH, pagando “los platos rotos”…es porque estos actores, estos tres
elementos de la policía turística de La Paz, tenían una hoja de servicio
intachable, que incluso el más joven de 23 años era recién egresado de la
academia con los primeros lugares y ejemplar conducta, y luego su comandante de
historial con honestidad de trayectoria bien ganada, y el tercero de similar
perfil, que cayeron abatidos por las balas criminales. Así pues por la más
elemental obviedad y lógica no formaban parte de esa delincuencia mayor, ni estaban
coludidos con la misma; ¿entonces por qué los mataron, sobre todo así, en esa
forma tan despiadada?; ah caramba, de veras, tendremos que entrarle a las
deducciones (no pruebas como dije líneas arriba pero tampoco especulaciones
nomás porque sí…), situación y observación que enseguida comentaré, porque lo
voy a concatenar con ese otro impactante hecho de sangre, también por esos
mismos días: el asesinato de Silvestre de La Toba, presidente ombudsman de la
CEDH de B.C.S., el de su hijo y de su Sra. esposa, dejando en la orfandad a dos
hijo/as muy jóvenes y familias sufriendo…
* ENTONCES EN BASE EN
LO ANTERIOR CAE POR TIERRA QUE SEA PLEITO ENTRE BANDOS; HAY ALGO MÁS…
Sí, porque también tiene mucha lógica que la teoría que está
originando esta inseguridad y violencia nacional, y en particular la de Baja
California Sur, obedece a la disputa de territorios de operación de cada banda,
según la entidad de que se trate, de conquistar y eliminar a sus opositores en
la operación, distribución, de sus mercancías en las zonas correspondientes
(que es la versión principal de los gobiernos y procuradurías en sus tres
niveles, el federal, los estatales y municipales), y también de la percepción
de la sociedad cuando casi cotidianamente caen abatidos narcomenudistas bicicleteros,
en llanteras, en algunos talleres, de a pie en colonias, etc., y ante todo este
fenómeno delictivo de un tiempo acá por lo general el único
responsable-culpable para buena parte de la sociedad era el gobierno estatal
y/o municipal que correspondía, junto con el federal, (porque estaban
“metidones”, omisos) pero “hete ahí” (decía Félix Ortega) que ya más
recientemente no sólo caían en esta “guerrilla” los narcomenudistas menores
sino periodistas, (con víctimas colaterales además), y ya después ciertos
servidores públicos y/o funcionarios sin antecedentes penales, limpios,
(precisamente como estos recientes casos de los tres policías turísticos y don
Silvestre de la Toba-CEDH-y familares), que, como decía, están “pagando los
platos rotos”; además esa serie de narcomantas cuyos textos iban directo contra
la Marina, el ejército, la policía federal y finalmente el gobernador con todas
sus letras; ah caramba…
¿Entonces?, decía la gente, ¿qué está pasando aquí?; ¿cuál
pues sería la deducción de esta última estrategia?, seguramente es que la de
ejercer mucha más presión ante el gobierno y sociedad al abatir gente
significativa inocente, no inmiscuida en el crimen, para sólo así llamar mucho
más la atención de esa autoridad, repito, federal o estatal, como comunicando
el mensaje de, ¿así sí vas a negociar?, o no…, para subirle hasta llegar a
niñ@s, estudiantes, inocentes. Dios nos libre…
Al respecto la opinión pública interesada y con cierto
conocimiento dice que aquí y así, es cuestión de aplicar la ley de a de veras,
esa famosa ley anticorrupción que sólo está en el papel; castigar en directo a
las grandes corrupciones e impunidades, esas que sí están coludidas con el
crimen organizado y que los legisladores saben, también el gobierno federal-con
algunos estatales-saben quiénes son y operan; y/o negociar con los grandes
jefes de jefes como ya ha sucedido en México en aquellos tiempos del PRI
hegemónico, o…legalizar?, o…acaso la amnistía de Amlo?; no, no sé; o aprobar la
“Ley de seguridad interior”, ¿será la solución? mmm…; el caso es que algo se
tiene que hacer, pero ya!.
En conclusión, el crimen se está yendo contra la sociedad, le
tira al gobierno pero le pega a la sociedad; le tira a la sociedad pero le pega
al turismo y al gobierno (vean a Acapulco, a Cancún, a Los Cabos); le tira a la
sociedad pegándole a niñ@s, a la familia, buscando darle al gobierno. Le pega
al gobierno tirando inocentes. Una guerra con sangre y…política. Digo. Ahora!
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