Por Vic Villavicencio
La Salinera de Guerrero Negro, una de las más grandes del
mundo y orgullo de BCS y de México, enfrenta grave problema económico y ahora
también laboral, debido sin duda al equivocado manejo de sus finanzas. Esta empresa de participación Estatal y que
está asociada con la poderosa Mitsubishi japonesa, vende anualmente millones de
tonelada de sal a diversas empresas de varios países.
La crisis que enfrenta la salinera, ha llegado al punto en el
que el gobierno federal ha filtrado la posibilidad de vender su parte de la
empresa –el 51 % de las acciones- Todo el conflicto tiene que ver con la mala
administración de la empresa.
Actualmente el ex director de la misma, José Humberto López Portillo, enfrenta un proceso penal por el manejo
abusivo de la empresa. Entre otras cosas, bajó los precios del producto “para
poder competir con otras empresas similares”, situación que en buena
medida, provocó la debacle.
¿Es tan difícil establecer controles administrativos en la
salinera? ¿Es tan poco el interés de los distintos órdenes de gobierno en esta
empresa que genera –o podría generar- enormes ganancias? ¿Aplicaría aquí la tan
manoseada Ley de Transparencia que pregona el presidente de la república?
Digo.
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