lunes, 6 de junio de 2016

SI HABÍA AMAZONAS… ¿PORQUE NO HABRÍA SIRENAS?



Por: Eliseo Santana A.

El nombre de nuestra península, California, se cree nace de un relato mítico que se hace de una novela de caballería muy popular en la época en que Hernán Cortes conquistó México, esta novela era, Las sergas de Esplandián publicada en Sevilla España en 1510 por Garci Rodríguez de Montalvo escritor español del Prerrenacimiento, les transcribo de forma textual una parte de la novela donde aparece el nombre CALIFORNIA:

“Sabed que a la diestra mano de las Indias existe una isla llamada California muy cerca de un costado del Paraíso Terrenal; y estaba poblada por mujeres negras, sin que existiera allí un hombre, pues vivían a la manera de las amazonas. Eran de bellos y robustos cuerpos, fogoso valor y gran fuerza. Su isla era la más fuerte de todo el mundo, con sus escarpados farallones y sus pétreas costas. Sus armas eran todas de oro y del mismo metal eran los arneses de las bestias salvajes que ellas acostumbraban domar para montarlas, porque en toda la isla no había otro metal que el oro.”
Las amazonas, eran gobernadas por una Reina llamada Calafia.

¿Se imaginan, que pensaban los hombres de la época con tal descripción de una tierra así?

El 15 de octubre de 1524, Cortez envía una carta al rey de España Carlos I, donde le comenta un informe que le había dado su sobrino  el capitán Francisco Cortés de Buenaventura, después de la conquista de lo que hoy es el estado de Colima y donde indica que los señores conquistados afirman que más al norte existe una isla donde solo viven mujeres y ningún hombre. (Como las amazonas de la novela Las sergas de Esplandián).

Extracto  de la carta, textual:
Y así mismo me trajo relación de los señores de la provincia de Cihuatlán, que se afirman mucho de haber toda una isla poblada de mujeres, sin varón ninguno, y que en ciertos tiempos van de la tierra firme hombres que con ellas han acceso. . . . Y si paren mujeres, las guardan; y si hombres, los echan de su compañía; y que esta isla está a diez jornadas de esta provincia; y que muchos dellos han ido allá y la han visto. Dícenme asimismo que es muy rica en perlas y oro; yo trabajaré en teniendo aparejo de saber la verdad y hacer de ello larga relación a vuestra majestad.

2+2= 4, debieron pensar Cortez, el rey, el sobrino de Cortez Francisco Cortés de Buenaventura y todos los que conocían la leyenda de California y la Reina Calafia… “HABÍAN DESCUBIERTO EL LUGAR DONDE ESTABA LA MITICA Y RICA CALIFORNIA”, La leyenda “era real”, no era una fantasía, pues los nativos describían casi exactamente lo que la novela, Las Sergas de Esplandián, narraban.

Cortes, envió expediciones, el personalmente buscó la mítica ciudad gobernada por Calafia, hoy, todos lo sabemos nunca encontró nada de lo que buscaba: oro por doquier.
Ahora, enfoquémonos en el título de esta pequeña reseña, Si había amazonas… ¿Porque no habría sirenas?

Regresemos a la época de Cortez, ¿se imaginan? qué pensarían los hombres menos instruidos, los marineros de los barcos que exploraban las “extrañas” aguas que rodeaban el mítico reino de riquezas inconmensurables, con amazonas montando bestias salvajes, engalanadas con fornituras de oro puro, cubiertas por brillantes armaduras del mismo valioso metal, que brillarían con los rayos del sol.
La inflamada imaginación de quienes navegaban en ese tiempo debió hacerlos ver cosas “raras”, pues en un reporte durante la segunda expedición encargada por Hernán Cortés en las costas californianas (1533-1534) y que iba a cargo de Hernando de Grijalva reportan lo siguiente:

El peje que vimos semejaba a esto
Aunque no divisamos si tenía escama
o no. que parecía de color de tonina: lo
demás tenía ni más ni menos: los brazos
é manos monstruosos porque vimos les
ventarse en ayre y fuera del mar
(Se anexa dibujo de la época)

No es extraño pues que “viesen” cosas raras e inexplicables, lo que sería una rara, una fantástica “sirena” californiana.


Fuentes:
Libro de José Luis Martínez, Hernán Cortés, México, Fondo de Cultura
Económica/Universidad Nacional Autónoma de México, 1990, p. 674.
Enciclopedia libre Wilkipedia.
Guadalupe Pinzón Ríos y Carla Lois “Bestiarios cartográficos. Criaturas del mar en los mapas de América (siglos XVI-XVII)” p. 131-158


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